¡Casi como por arte de magia, un plato un poco anticuado se convierte en un espejo muy elegante!
Sin querer ofender a tu vieja tía que te lo pasó en herencia… este plato añejo o incluso obsoleto quedará en el armario. ¿A menos que consigas secuestrarlo y transformarlo? Si el plato es suficientemente hueco, por supuesto, pensamos en deslizarlo en una taza debajo de una maceta, ni visto ni conocido. Pero te ofrecemos una idea de diversión mucho más divertida: transforma el plato en un espejo. Sí, si lo lees correctamente. Obtendrá así un espejo muy original, a un precio ridículo. ¡Demostración!
El material :
La placa a desviar de su elección Un espejo adhesivo Un paño Un clip adhesivo para el marco Un clavo © Con 10 meñiques Presupuesto: Alrededor de 10 euros Duración: 5-10 minutos
Las etapas :
1. Lo primero que debes hacer y tomar las medidas desde el fondo de tu plato. De ellos dependerá la elección del diámetro del espejo adhesivo que comprarás. © Blandine Berthelot 2. Cuando tengas todos los elementos contigo, empieza por limpiar tu plato para que quede perfectamente limpio. Lo has entendido, te servirá de soporte para tu espejo. © Ikea 3. Siga las instrucciones que vienen con el espejo. © Ikea 4. Pega las cintas adhesivas de doble cara en la parte trasera del espejo. Si lo desea, puede reforzar la sujeción con unos toques de pegamento extra. © La Cour d'Orgères 5. Con su paño, presione sobre el espejo para eliminar cualquier rastro y también presione sobre las cintas adhesivas. © En Cour de creation 6. A continuación, coloque el clip adhesivo para pegar en la parte posterior de su plato, justo en el centro. Nuevamente, todo depende de las instrucciones que lo acompañan. Puede ser una cinta adhesiva de doble cara o una fijación para pegar con una esponja impregnada de agua como a nosotros. Sea cual sea su elección, asegúrese de que soportará el peso de su plato combinado con el del espejo. © Pan de cada día
Para terminar
¡Tu elegante espejo ya está terminado! Clave un clavo en la pared donde desea instalarlo o dibuje el taladro si es de concreto. Otra opción, para los menos aventureros (o los más perezosos) colócalo sobre un bonito mueble o una chimenea. © N / A