La etiqueta ecológica fue diseñada para detergentes de petroquímicos
Contrariamente a la creencia popular, el hecho de que un producto tenga una etiqueta ecológica no significa que sea ecológico. Es simplemente un "menos peor" que otro. Explicaciones.
¿Qué es la ecología?
La palabra "ecología" nació en Francia en 1874. Según Larousse, significa "el estudio de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas". Pero hoy, esta definición básica no se corresponde con el uso que se hace de ella. En efecto, el término "ecológico" se asocia al carácter no contaminante o no dañino de los ingredientes de un producto, sin tener en cuenta las diferentes etapas del ciclo de vida de este producto: extracción de materias primas, transporte, fabricación, distribución, uso, recuperación. Y en la era del "lavado verde", este término se usa en todas partes.
¿Cómo nació la etiqueta ecológica?
Fueron las autoridades públicas quienes crearon la etiqueta ecológica en 1992 con el fin de reducir el impacto sobre el medio ambiente y los vertidos contaminantes en el ámbito de los productos para el hogar y la lavandería. Un paso adelante hacia un mayor respeto por el medio ambiente, por supuesto, pero tampoco ejemplar. De hecho, la etiqueta ecológica se diseñó desde sus inicios para que al menos el 30% de los productos del mercado pudieran cumplirla. De ahí los criterios débiles, que no exigen la eliminación de determinadas sustancias químicas nocivas sino su reducción o limitación. Por tanto, se aplica, por definición, a los productos derivados de la petroquímica.
Criterios débiles
La etiqueta ecológica no está sujeta a ninguna regla relativa a la protección de materias primas fósiles. Se permiten materias primas artificiales como fosfonatos, policarboxilatos y abrillantadores ópticos, que no cumplan con los estándares ecológicos o sostenibles. Solo es obligatoria la biodegradabilidad completa de los tensioactivos. Si hay residuos estables, se ignoran. La empresa del fabricante no está sujeta a ningún criterio con respecto a su aparato de producción o su gestión. Independientemente de su ubicación y condiciones de trabajo. La etiqueta ecológica es una etiqueta europea, cuyos criterios varían de un país a otro.
Productos a evitar para ser un consumidor verdaderamente responsable
Fosfonatos Son derivados de fosfatos. Son perjudiciales para el medio ambiente.
Los perfumes Los perfumes sintéticos son particularmente contaminantes. En cuanto a los perfumes naturales, basados en aceites esenciales, pueden ser alergénicos.
Abrillantadores ópticos Se trata de moléculas que absorben la radiación ultravioleta y reemiten esta energía a través de la fluorescencia. Estos abrillantadores presentan riesgos para la piel. Al ser apenas biodegradables, también son peligrosos para la vida acuática.
Cloro Es una sustancia altamente química y tenaz que se libera en alcantarillas y vías fluviales.
Agentes superespumantes La formación de espuma reduce la eficacia del detergente. Además, es perjudicial para el medio ambiente.
Colorantes artificiales Evite los productos de colores brillantes, incluso si son de un bonito azul laguna o verde neón.
Gracias a Ecover, fabricantes de productos de limpieza ecológicos, que lucha por la evolución de la etiqueta ecológica.