Una baldosa de cemento adquiere su belleza a medida que envejece.
Nada es más encantador que un colorido piso de baldosas de cemento. Sin embargo, nacidas en Francia, las baldosas de cemento no se fabrican en Francia desde hace unos cuarenta años. Afortunadamente, Marruecos se ha hecho cargo de este saber hacer.
Baldosa de cemento: 160 años de historia
Baldosa de cemento se fabricó hacia 1850 en Viviers, Ardèche, cerca de la primera fábrica de cemento francesa. Muy rápidamente, este azulejo seducido por sus cualidades técnicas y estéticas. Luego se desarrolló la fabricación, en particular alrededor de Marsella y Aviñón.
Inicialmente destinado a la burguesía, rápidamente se convirtió en un producto utilizado en las casas populares. Se extendió rápidamente por Europa y sus colonias y hasta América Latina. Pero hubo una fuerte competencia de la cerámica esmaltada industrial, su producción se extinguió en Europa en la década de 1970.
Marruecos sigue siendo hoy en día el principal productor de baldosas de cemento del mundo.
Producción completamente manual
La fabricación de baldosas de cemento se hace a mano. Un mortero líquido muy fino compuesto por una mezcla de pigmentos, polvo de mármol y cemento gris o blanco, según la tonalidad deseada, se vierte en un molde mediante un embudo.
Si queremos lograr un azulejo estampado, se coloca un divisor en el molde, que es una especie de estarcido de latón compuesto por tantas cajas como patrones y colores hay para moldear. Las mezclas de colores se hacen en pequeñas cantidades para evitar que se endurezcan, ya que deben usarse dentro de una hora de fraguado.
Debajo de esta primera capa de 4 a 5 mm, denominada capa de desgaste, se produce una capa estructural que sirve de soporte y da espesor. Está compuesto por cemento gris, arena y grava. El molde así llenado se pasa por una prensa y luego la baldosa se desmoldea a mano. A las 24 horas del desmoldeo, las baldosas se sumergen en un recipiente con agua durante unas horas donde tiene lugar el fraguado final. Luego, las baldosas deben secarse durante un mínimo de tres semanas antes de ser empaquetadas y enviadas.
El número de manipulaciones que sufre el alicatado hace inevitable la presencia de leves defectos, a diferencia de los procesos industriales que producen un alicatado de apariencia uniforme, sin matices ni color en la superficie. Son precisamente estos pequeños defectos debidos a la fabricación artesanal los que hacen el encanto del conjunto, una vez instaladas las baldosas.
Un estilo, estilos de baldosas de cemento
Baldosas de cemento tienen la particularidad de no estar nunca completamente unidos. Su apariencia cruda les permite encajar sin impactar en interiores antiguos, donde parecen haber estado siempre ahí, así como en interiores contemporáneos. Hay azulejos con motivos geométricos, copias de azulejos antiguos, pero también estampados marroquíes, cuyos colores en ocasiones se han adaptado a las luces de Occidente.
Los patrones suelen ser ornamentales y de diferentes culturas para una interpretación, al final, muy actual. Las baldosas “funcionan” solas, o se pueden combinar en pares, de a tres o más para formar un patrón complejo e incluso más espectacular. La variedad de soluciones es, por tanto, casi infinita y permite la creación de decoraciones totalmente personalizadas. Una baldosa de cemento vive y adquiere su belleza a medida que envejece, a diferencia de las baldosas vitrificadas en las que nunca se imprime la marca del tiempo.
Algunos consejos para la colocación de baldosas de cemento.
Las baldosas deben colocarse prácticamente borde a borde con una junta máxima de 1 mm. Una junta más grande les da un aspecto más rústico.
Empiece engrasando la superficie de las baldosas en una capa muy fina con un paño con aceite vegetal transparente (cacahuete o girasol) unas horas antes del rejuntado para evitar que el producto de rejuntado penetre en el suelo. Superficie ligeramente porosa y que un velo de cemento, invisible cuando está húmedo, luego opaca la superficie.
Inmediatamente antes de aplicar la lechada, humedezca las baldosas y las juntas con agua. Esto es esencial para rellenar juntas delgadas. Utilice un mortero de juntas muy líquido, nunca pastoso.
Luego proceda con un doble encolado (en el piso o la pared y en la parte posterior de la loseta). Afinar baldosas de cemento por presión con la palma de la mano: no debe haber una diferencia de nivel de más de un milímetro entre una teja colocada y sus vecinas inmediatas.
Limpiar a fondo las baldosas después del enlechado usando agua con un detergente doméstico agregado sin cloro ni ácido.
Trate y mantenga las baldosas de cemento
Una vez al año, es necesario tratar baldosas de cemento para protegerlos, impermeabilizarlos y realzar y satinar sus colores. Es mejor realizar este tratamiento en verano, cuando las baldosas están muy secas. Un tratamiento en suelo húmedo puede provocar manchas negras muy pequeñas, que sin embargo desaparecen unos meses después.
Las manchas se eliminan primero con un abrasivo muy fino y luego se limpia cualquier residuo de polvo. Lavar con fregona y jabón de Marsella. Sobre todo, no uses lejía.
Existen varios tratamientos diferentes, que puedes elegir según tus gustos y posibilidades:
- Con cera: Es el tratamiento ideal sean cuales sean los colores, tamaños y formas de las baldosas. Aplique generosamente una cera de mármol líquida e incolora. La cera impermeabiliza el cemento y le da un brillo satinado.
- Con aceite de linaza: Perfecto para impermeabilizar un suelo. Pero cambia el color de las baldosas amarillándolas ligeramente, especialmente baldosas blancas y pastel. El suelo adquiere entonces un aspecto rústico.
- En relleno: El producto se aplica con brocha o esponja en 2 o 3 manos según las marcas, siguiendo las instrucciones del fabricante. La masilla impermeabiliza y protege profundamente las baldosas contra las manchas.
- Por cristalización: Esto solo puede hacerlo un profesional experimentado. Hace que las baldosas de cemento brillen como el esmalte.