Elija las plantas más adecuadas
¿Tienes una terraza o un jardín muy expuesto a los vientos o vives en una región junto al mar, y no quieres renunciar al placer de ofrecerte bonitas plantas? ¡Sigue nuestros consejos para decorar tu exterior! Crear un jardín al aire libre puede parecer un desafío insuperable… Y, sin embargo, todo lo que tienes que hacer es seguir algunas reglas, elegir las especies más adecuadas y ¡todo es posible! El primer paso es averiguar de dónde viene el viento predominante para dominarlo mejor. Proporcionar protección, un seto, una pantalla si es necesario, pero sobre todo asegúrese de elegir plantas resistentes. Una descripción general rápida para enfrentar los elementos …
Refugia tu rincón de vegetación
El efecto del viento es destructivo para las plantas. Además del evidente riesgo de rotura por fuertes rachas, el viento seca la tierra y las hojas que incluso pueden quemarse en verano. En invierno, el viento baja la temperatura y aumenta el riesgo de heladas. El viento amplifica así los efectos del frío y el calor. En resumen, para cualquier jardinero, el viento es un enemigo formidable. Por lo tanto, podemos considerar la protección de sus plantaciones, detrás de una pantalla protectora. Lo ideal: un seto de plantas formado por árboles, arbustos y matas, árboles de hoja caduca y perenne, que tiene la ventaja de filtrar el viento sin detenerlo por completo, a diferencia de un obstáculo duro como un muro que refuerza la fuerza del viento. Porque al rodear el obstáculo, el viento crea un área muy perturbada justo detrás. ¡Efecto devastador garantizado! Por tanto, favoreceremos un seto protector formado por determinados árboles y arbustos bien adaptados y cuyo follaje se ondulará maravillosamente con el viento sin estar sometido a este último. Para garantizar un efecto cortavientos en todas las estaciones, lo ideal es elegir especies de hoja perenne. ¡Es una cuestión de sentido común! Y, por supuesto, tenga en cuenta el clima y el suelo de su región para plantar plantas adecuadas. Para áreas muy expuestas, ciertos árboles altos como aliso, ciprés, carpe o madroño se pueden plantar junto con arbustos más pequeños como el ligustro, el carbón japonés y, por supuesto, el boj y el tejo que, cortados, tendrán la ventaja de combinar eficiencia y estética. De hecho, cuando se desarrollan árboles grandes, su follaje es cada vez más alto, pierden sus ramas inferiores, de ahí la necesidad de arbustos más pequeños para brindar protección a nivel del suelo.
Crédito: LequertierNo olvide los setos en flor, forsitia, lila o adelfa (si el clima lo permite), que alegrarán su cortavientos. Para garantizar una protección óptima, podemos considerar plantar 2 setos en paralelo. Un primer seto a modo de valla y luego un segundo que abrigará más concretamente un rincón del jardín, un huerto, una terraza… Las especies más resistentes se instalarán en primera línea, protegiendo así a las más frágiles. Las plantas apretadas estarán idealmente escalonadas. Nota: la distancia protegida es proporcional a la altura del seto (aproximadamente 10 veces la altura). Por otro lado, en caso de fuerte exposición al viento, a veces es necesario utilizar estacas colocadas a lo largo de la caña en el lado del viento predominante.
Efectivo contra viento y marea
Entre ellas se encuentran las clásicas coníferas como el ciprés, el chamaecyparis o la tuya, adaptadas con su denso follaje. Los Eleagnus también son muy recomendables, sobre todo junto al mar. Los bambúes también se pueden plantar en hileras escalonadas, pero elegiremos preferentemente especies con hojas pequeñas que no corran el riesgo de romperse. En la categoría de arbustos, la elección es amplia: brezo, boj, membrillo japonés, cornejo, fucsia, retama, hierba de San Juan, ligustro y, por supuesto, el magnífico tamarisco, especialmente junto al mar. Las hierbas también se ondulan maravillosamente con el viento. encuentran legítimamente su lugar: ¡el cabello de ángel o el lino de Nueva Zelanda resistirán las ráfagas! Abran paso a las plantas perennes que cubrirán el suelo: lavanda, valeriana, lila de mar, lavatera, arándano, espuela, salvia… Una lista no exhaustiva que debería tranquilizar a los jardineros más escépticos. Buen viento !
Elaeagnus x ebbingei (crédito: Claire Schutz Croué)