Revestimientos y espacios abiertos

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Anonim

Consejos para paredes y suelos

Cuando la cocina está abierta a la sala de estar o al comedor, es menos fácil elegir los revestimientos de piso y pared para este espacio abierto. ¿Debemos armonizar todo? ¿O más bien jugar la carta de la separación de espacios? ¿Qué revestimiento se adapta a ambos espacios? Tantas cuestiones sobre las que nos proponemos arrojar luz.

Revestimiento de paredes: juega el papel

Los espacios abiertos hacen que la habitación sea amigable y tranquila, pero eso no significa que todos los espacios no tengan que estar demarcados. En una gran sala diáfana, lo ideal es utilizar los revestimientos de las paredes para dar su función a cada espacio creando dos identidades diferentes pero que se mantienen en armonía entre sí. Y para eso jugaremos con los diferentes colores. Si optas por la pintura por ejemplo, no dudes en materializar la zona de la cocina con un segundo color. Además, no tienes que tomar una decisión radical. Si quieres mantener los dos espacios uniéndolos, bastará simplemente con elegir un color para la cocina en los mismos tonos que el del salón. Este es el principio del monocromo: si su sala de estar es de color gris claro, elegirá un gris un poco más oscuro para las paredes de la cocina. Por el contrario, si desea crear dos espacios distintos mientras se libera de las particiones, el color también tiene un papel que desempeñar. Esta vez, la cocina tomará un color más fuerte para diferenciarla del espacio habitable. Por ejemplo, si su sala de estar es de color beige, esto dará como resultado una cocina colorida con gris pardo o un rojo aún más fuerte. Todo es posible siempre que los dos colores elegidos puedan convivir armoniosamente. Por último, ten en cuenta también que puedes jugar con los diferentes revestimientos apostando por el papel pintado en el salón y la pintura en la cocina.

Suelo: uno o dos, ¡la elección es suya!

¡También tendrás la opción en el suelo! De hecho, el revestimiento del suelo puede permitir delimitar o no los diferentes espacios ya sea en los colores o en la elección de los materiales. Para un espacio muy armonioso, solemos elegir el mismo revestimiento de suelo para toda la habitación con el fin de crear una sensación de espacio. A continuación, tendrá que recurrir a un revestimiento que coincida estéticamente con los dos espacios pero sobre todo que funcione bien técnicamente. De hecho, no todos los suelos se recomiendan en cocinas, por ejemplo. Por tanto, tendrás que optar por una esencia dura o que tenga un tratamiento particular. Y precisamente, si quieres parquet en tu salón y lo encuentras demasiado frágil para la cocina, puedes optar por una segunda capa que diferenciará los dos espacios. El alicatado puede entonces entrar en juego para la cocina porque es práctico y duradero. El mosaico delimitará visualmente el espacio de la cocina para crear dos salas visuales. Por último, tenga en cuenta que si desea manifestar una separación sin utilizar dos revestimientos de suelo, puede crear un friso que delimitará los dos espacios. Esta solución es especialmente concebible si elige el revestimiento de baldosas.