El espíritu offshore en casa
No es necesario esperar a las vacaciones, al cambiar la decoración, es fácil sentirse a la orilla del mar, siempre y cuando se sigan estas tres reglas de oro.
Materiales naturales
¡Quién dice mar dice naturaleza, quién dice naturaleza necesariamente significa materiales naturales! Lámparas de madera flotante, un sofá de fibra de kubu o ratán tejido, un baúl de mimbre, paneles de madera para cubrir las paredes, una mesa de café de haya: la elección es amplia para reflejar el espíritu natural de los bordes del mar.
Patrones y formas marinas
Todo lo que encarne el mar es bienvenido. ¿Por qué no elegir una alfombra delicadamente decorada con bonitos peces o guijarros? También podemos contar con las letras impresas en estilo cargo que aportan un aire de puerto, en un reloj en forma de boya, un farol que evoca faros o paisajes oceánicos enmarcados en pinturas. Y para realzar aún más la decoración, lo imprescindible es poner en una estantería uno o dos objetos decorativos, como una maqueta de barco o la escultura de una gaviota.
Colores suaves
El mecimiento de las olas, una suave brisa, el sol que calienta nuestra piel: el ambiente marino que nos encanta y nos hace soñar está lleno de encanto. Para permanecer fiel a este marco pero también para combinar bien con los materiales naturales elegidos, el código de color es pastel. Siendo los tonos más representativos el azul, el blanco, el gris y el beige, elegimos las combinaciones que más nos gustan: gris cargo y azul oscuro, blanquecino y celeste, o un degradado de blanco y beige. Ya no nos sentimos tan lejos de la playa y sus conchas …
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