Las reglas a seguir a la hora de mezclar texturas en decoración

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Anonim

El arte de dominar la textura en la decoración

En decoración, la textura son todos los elementos que aportan contraste a un interior. Sin embargo, la elección de las texturas, que se descuida con demasiada frecuencia, es tan importante como la de los colores. ¿Qué son las texturas decorativas y cómo se pueden utilizar correctamente? ¡Te lo contamos todo!

¿Qué es la textura en la decoración?

Las texturas presentes en un interior son los materiales empleados en revestimientos de suelos y paredes, muebles, mantelería y complementos decorativos en general. Como los colores, la textura juega un papel fundamental en el diseño de una habitación. Y no faltan las opciones: madera, metal, ladrillos, piedra, vidrio, hormigón, ratán, terracota, corcho, mimbre, lino, terciopelo … Hay mil y una formas de imaginar un interior texturizado.

Evidentemente, la textura debe variar de un estilo decorativo a otro. De hecho, las diferentes texturas utilizadas en un interior con una decoración estilo casa de campo no serán las mismas que para un interior de inspiración industrial. En el primer caso, por ejemplo, imaginamos texturas naturales (fibras vegetales) asociadas a algunos toques vintage (cobre, hierro forjado, etc.). En el segundo caso, visualizamos más bien una pared de ladrillos, vigas vistas, hormigón y otras materias primas de encofrado propias del espíritu loft.

¿Cómo aportar textura a su interior?

¿Quieres añadir textura a tu interior? Empiece por definir su estilo decorativo y los materiales resultantes. Para ello, no dudes en crear un moodboard reuniendo todos los matices de colores y materiales propios de tu estilo decorativo para tener una visión general de las diferentes asociaciones y el resultado final.

Para ayudarte, descubre las reglas de oro para agregar textura a la decoración:

  1. Varíe los revestimientos del suelo:
    Los pisos y las paredes son excelentes formas de agregar relieve a su interior. En las paredes, puedes utilizar ladrillos cara vista, papel tapiz panorámico o incluso crear una composición de pared con todo tipo de accesorios (marcos, carteles, espejos, tejidos de pared, alfombras, cestas de pared, etc.) que también contribuyen a dar carácter a la decoración. de una habitación. En el suelo, considere la posibilidad de variar los tipos de revestimiento. Se puede imaginar, por ejemplo, una cocina abierta alicatada con baldosas de cemento y una sala de estar con suelos de parquet. La buena noticia ? Este truco también te permite delimitar los diferentes espacios en una misma habitación.
  2. Juega con los muebles:
    Al igual que para los revestimientos, no dudes en multiplicar las texturas de tus muebles. Aparador de caña, consola de acero, sofá de lino, mesa de madera, asientos de terciopelo, pedestal de terrazo, somier de bambú… Atrévete a mezclar y combinar materiales y no intentes combinarlo todo eligiendo conjuntos. ¡Recuerda que el total look es una práctica absolutamente prohibida en la decoración! Por supuesto, la idea no es encontrar todas las texturas posibles en tu interior. ¡Elige 3 o 4 de ellos que mejor se adapten a tu estilo de decoración!
  3. No escatime en los detalles:
    Si no quieres cambiar todo para agregar textura a tu interior, ¡elige los accesorios! Cojines, cortinas, alfombras, iluminación… Son los que te permitirán dar vida a tu decoración. Sin olvidar todos los acabados: tiradores, puertas de armario, grifería … ¡Por último, no olvides añadir algunas plantas! Ramo de flores frescas o secas, plantas en macetas y colecciones suculentas, ¡esta es una buena manera de traer vegetación y contraste en tu interior!