La fotografía de estudio es una técnica especial en la que la iluminación tiene un papel muy importante. De hecho, condiciona el renderizado y resalta el objeto fotografiado. Contribuyendo en gran medida a la calidad de una foto, es por tanto el punto más complicado a tener en cuenta al montar un estudio. También es un aspecto técnico que puede resultar muy caro.
Iluminación de un estudio fotográfico: el uso y el tamaño del estudio.
El material necesario para iluminar un estudio fotográfico depende de su tamaño y finalidad. Fotografiar objetos o hacer retratos requiere menos espacio y luz que montar un estudio fotográfico de una sola planta para la puesta en escena. En todos los casos, se debe instalar o crear un fondo utilizando, por ejemplo, hojas para presupuestos reducidos.
Iluminación de luz continua y flash.
Hay dos tipos de iluminación: luz continua y flash. Se necesitan varios equipos para iluminar el estudio con luz continua. Las lámparas o linternas de obra y los proyectores halógenos proporcionan una iluminación de calidad con una inversión reducida. Deben tener una potencia de al menos 500 vatios e instalarse sobre trípodes. Cabe señalar que las luces continuas consumen mucha electricidad y producen una enorme cantidad de calor. La iluminación con flash tiene la ventaja de ser más profesional y permitir un ajuste fino de las distintas configuraciones. Sin embargo, el equipo suele ser muy caro.
Iluminación de un estudio fotográfico: equipamiento y accesorios.
En un estudio fotográfico no basta la presencia de luz, también es necesario poder desviarla y controlarla mediante reflectores. Aquí los paraguas permiten que la luz se refleje. También se puede difundir a través de cajas de luz fáciles de crear o cuencos reflectantes. Otros accesorios te serán útiles en función del tipo de fotos y del modo de iluminación elegido: snoots, filtros de color, fotómetro …
