Crea un glaseado

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Anonim
Ideal para jugar con los efectos y la transparencia de los colores, el esmalte consiste en la aplicación de una pintura muy diluida en varias capas. El esmalte acrílico es el más fácil de hacer, pero también hay esmaltes de aceite o cera.

Crear un esmalte: la preparación del soporte.

Empiece por preparar la superficie que va a pintar. Proteja las paredes y superficies que no se vayan a pintar con cartón o láminas de plástico. El soporte debe ser poroso: esta es una condición necesaria para el buen desempeño del esmalte.

La preparación del glaseado

Puedes optar por un glaseado ya hecho o preparar el tuyo propio. En un recipiente con bordes altos, mezcle 10 cl de aglutinante con 10 cl de agua, revuelva y luego agregue 10 cl de pintura acrílica. Mezclar con una varilla de plástico para hacer la pintura más homogénea. Puede aplicar el esmalte a una pared ya pintada, siempre que la pared esté cubierta de un color claro. Lije la capa de pintura existente para un mejor agarre, con papel de lija de grano fino. Lave bien la superficie. El esmalte se puede aplicar inmediatamente sobre un yeso alisador.

Aplicar el esmalte

Debe ser rápido, para un acabado uniforme. Mojar una astilla (un cepillo plano de unos diez centímetros de ancho) en agua fría y escurrirla para eliminar el exceso. Sumérjalo en la pintura y escúrralo de nuevo con cuidado. Aplicar a la pared, comenzando en ángulo, en un área de un metro cuadrado. Para evitar marcas, tenga cuidado de no aplicar el esmalte en línea recta. Luego pase a la caza furtiva: toque con la astilla girando la muñeca como si quisiera dibujar una coma, con un gesto flexible. Esto crea sombras y le da profundidad al esmalte. Deje secar antes de pasar, si lo desea, a la aplicación de la siguiente capa.