Domótica al servicio de la ecología

Anonim
La domótica permite supervisar, automatizar, programar y coordinar todos los servicios del hogar: una técnica que ofrece grandes ventajas en términos de consumo energético.

Cuatro trabajos interactivos

- Mediante automatización con los distintos sistemas de motorización: cancela, persianas, riego automático, etc. Por supuesto, pueden funcionar individualmente. Pero la vida se vuelve mucho más fácil cuando centralizas su uso. Esto se realiza a través de una interfaz (pantalla táctil, por ejemplo). - La seguridad de bienes y personas consiste en sistemas para prevenir intrusiones o detectar merodeadores. También incluye seguridad para niños (en una habitación, junto a la piscina, etc.) mediante videovigilancia. - Los soportes: los casetes y los CD tienden a desaparecer en favor de los MP3 y los discos duros en los que se graban películas, música o fotos. Por tanto, asistimos a una desmaterialización de los medios. La domótica permite almacenar todos los datos de sonido e imagen, protegerlos y sobre todo redistribuirlos por toda la casa sin equipo pesado. - Finalmente, la gestión energética permite un buen uso de la energía en el hogar. Aquí es especialmente donde la domótica tiene un papel que desempeñar en términos de ecología. El hábitat es responsable del 40% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Por lo tanto, es importante no desperdiciar energía y mejorar su comportamiento a diario.

Domótica para consumir menos energía

¿Cómo puede la domótica ayudarnos a consumir menos energía? Gestionando determinados equipos para nosotros. Por ejemplo, nuestro sistema de domótica, en verano, puede cerrar automáticamente las persianas cuando el sol golpea las ventanas para mantener fresco el interior de la casa. En invierno, puede apagar automáticamente la calefacción por la noche y cuando los residentes salen de la casa. Gracias a los cuadros de mando de energía, la domótica también nos permite tomar conciencia de nuestro gasto energético y por tanto mejorar nuestro comportamiento. El usuario doméstico sabe exactamente cuánta energía consume elemento a elemento: cocinar, lavar, calentar, agua caliente sanitaria… e incluso conocer la tendencia de los últimos días. El “efecto desafío” requiere que todos, informados, realicen esfuerzos para reducir su consumo. ¿Sabías que con acciones sencillas como apagar la luz al salir de una habitación o dejar de correr el agua mientras te afeitas, puedes ahorrar hasta un 15% de energía en un hogar?

Cuanto cuesta ?

Difícil dar un precio. Para equipos que abarquen los cuatro oficios, con equipos sencillos de plástico blanco y sin ir demasiado lejos en la gestión de soportes, se necesitan entre 12.000 y 20.000 € más que una instalación estándar. Pero no tienes que comprar todo desde el principio. Cada vez más, la gente empieza a equiparse para la automatización y la gestión energética (desde 8.000 € para ambos). Lo más importante es prever el cableado previo durante la construcción de la vivienda o una reforma importante. Cuenta de media 2.000 €. Un precio que, sin embargo, puede variar mucho en función del tamaño del alojamiento.