Crea fácilmente un pliegue de servilleta con forma de paloma en 10 pasos.
Últimamente he decidido luchar contra la "rutina diaria" y darme pequeños momentos de placer con regularidad. Después de todo, ¿por qué esperar siempre las grandes ocasiones para sacar provecho? Es cierto, se necesita muy poco para transformar la rutina en una vida diaria llena de pequeños placeres. ¡Así que, esta noche, nos embarcamos en el plegado de servilletas con forma de paloma!¿Qué podría ser mejor que sentarse en una mesa bellamente puesta, verdad? Los platos se vuelven más atractivos de inmediato (¡eso no es motivo para olvidar el gratinado en el horno!) Y te tomas más tiempo para disfrutar del momento. Entonces, para alegrar mis mesas, uso y abuso de las servilletas dobladas. ¿Mi plegado favorito en este momento? La paloma blanca. Es simple de hacer y aporta fácilmente un toque elegante a la atmósfera de la mesa. Para que esta servilleta se doble también en casa, te doy los 10 pasos para conseguir una bonita paloma en menos de 2 minutos, tiempo máximo. Estás listo ? Entonces empecemos.
Las etapas
1. Abra completamente su toalla.
2. Doble su toalla por la mitad para formar un triángulo grande.
3. Doble el punto superior sobre el punto central de su triángulo.
4. Doble el punto inferior sobre el punto central de su triángulo.
5. Dé la vuelta a la servilleta colocando los triángulos boca abajo sobre la mesa. Ahora puede ver el lado liso.
6. Dobla tu servilleta por la mitad para formar un pequeño triángulo. Por lo tanto, los 2 triángulos anteriores se superponen, uno debajo del otro.
7. Tome el punto de la derecha y llévelo al centro de su triángulo, luego marque el pliegue para formar su primera ala …
8. Da la vuelta a tu pliegue y repite la operación en la espalda con la punta izquierda del triángulo esta vez para formar la segunda ala …
9. Para formar el pico de su paloma, doble sobre la punta derecha de su triángulo, dejando el extremo sobresaliendo.
10. Con un rotulador (o una pequeña pegatina redonda), haz el ojo de tu paloma.
Y listo, tu paloma está lista para aterrizar en tu plato. Como prometí: dos minutos planos, ¡no más! Ni siquiera el momento de dejar que el gratinado se queme en el horno. ¡Tendrás que encontrar más excusas!