El concepto de casa pasiva con bajo consumo energético atrae cada vez a más personas
Vivir en una casa pasiva significa disfrutar de una casa moderna que se calienta en invierno y que “produce” frescor en verano. En estos tiempos de crisis, el concepto de vivienda pasiva con bajo consumo energético atrae cada vez a más familias. Explicaciones. Encuentre más artículos sobre el tema: Estimación de trabajos de aislamiento
El concepto de casa pasiva
La vivienda pasiva es LA vivienda de bajo consumo energético por excelencia ya que es autosuficiente en cuanto a calefacción se refiere. Recuperar la energía natural que emite el sol y saber conservarla gracias a un aislamiento impecable, permite a sus felices propietarios hacer un ahorro real. Si los alemanes y los suizos fueron los primeros en interesarse por él, parece que los franceses se están apoderando de él. Según ADEME (Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía), la construcción de una vivienda pasiva supondría una inversión de 240.000 euros, o 1.818 euros / m2 por 132 m2 de superficie habitable. Dado que las energías convencionales destinadas a la calefacción han aumentado considerablemente en los últimos años (gas, combustible, electricidad), la inversión se amortizará con bastante rapidez.
¿Cómo funciona una casa pasiva?
Una casa pasiva no tiene un sistema de calefacción convencional: ni caldera, ni aire acondicionado, ni siquiera estufa. Su objetivo es mantener una temperatura constante y confortable durante todo el año. Entonces, ¿cómo se calienta en invierno y se mantiene fresco en verano? La elección de los materiales aislantes es fundamental. Todo reside en un sabroso equilibrio entre el aporte y la pérdida de calor. La casa pasiva funciona un poco como aire acondicionado pero 100% natural. Para lograr su objetivo de autocalentamiento y ser considerada una vivienda pasiva, el edificio no debe consumir más de 15 kWh por m2 y año. Se debe considerar la elección de materiales. Es su sistema de aislamiento el que transformará tu casa en una casa pasiva.
¿Cómo conseguir una casa pasiva?
Para limitar la pérdida de calor, una casa pasiva debe estar equipada con aislamiento exterior de alto rendimiento y un sistema de ventilación mecánica de doble flujo. Al mismo tiempo, para almacenar suficiente calor, una casa pasiva debe tener grandes aberturas al exterior que estén bien expuestas a la luz solar. Lo ideal es optar por grandes ventanales en el lado sur, del tipo triple acristalamiento. Es la mejor combinación posible para aprovechar al máximo los aportes naturales del sol. Por el contrario, en el lado norte, los muros no deben tener ninguna abertura. Si esto no es posible, opte por ventanas pequeñas pero asegúrese de tener un excelente aislamiento (acristalamiento y persiana). Además, habrá que reforzar el aislamiento de los muros orientados al norte para luchar contra los vientos fríos.