Una especie de nido
Su nombre es sinónimo de moda, estampados bordados y líneas muy inspiradas en los años sesenta. Armand Ventilo, uno de los primeros hace 30 años en abrir una concept store, aún mezcla ropa y decoración en sus boutiques. Y si el segundo no está a la venta, expresa el gusto del diseñador por los objetos, al igual que su oficina.
Una micro oficina sin decoración
La empresa matriz de la marca Ventilo es rue du Louvre en París. Es aquí donde desde hace casi treinta años, la oficina de estilo y el showroom forman parte de la más grande de las boutiques. En el último piso del edificio, la oficina del diseñador es probablemente la más pequeña de todas. Una especie de nido, desde el que Armand Ventilo ve los tejados de París y se siente un poco como un pájaro, listo para volar. En esta micro oficina, sin decoración, donde nunca recibe pero se alegra de aislarse, tiene todo lo que necesita para pensar y concentrarse ante sus ojos. Es decir, grandes alacenas de hierro, llenas de revistas de "coleccionista", ropa antigua, trozos de tela. Y luego están los libros, el diseño, la arquitectura, la cocina, la pintura, los jardines, la literatura… además de algunos objetos que le interesan. Empezando por el propio escritorio, una bandeja de madera sobre dos piezas de baúl. “Era un árbol de nuestra casa. Cuando cayó después de una tormenta, le pedí al carpintero del pueblo que hiciera dos oficinas. El segundo está al lado en Frédérique. “Frédérique Vilacèque, su cómplice de toda la vida, directora de estilo de las colecciones.
Inspiración viajero
Un gran viajero, Armand Ventilo se fue a otra parte desde el principio. Joven empapado del cine norteamericano y de las canciones de Johnny Cash, partió hacia Estados Unidos, fuente inagotable de inspiración para él y adonde acudía habitualmente. También es una cueva de Ali Baba para buscar objetos y muebles de todo tipo y sus primeras compras serán en el país navajo. Su pasión por esta gente nunca lo abandonará. Luego estará India, pero también los países nórdicos, Japón, Sudamérica… Cada viaje le hace querer una colección y, de manera llamativa o subliminal, cada colección cuenta uno de sus viajes.
Curiosidad de gran angular
Descubrir diferentes formas de vida y culturas incluso le hizo desear, por un tiempo, ampliar su paleta y crear ropa de cama, aromas en forma de velas o incienso, platos para la casa … Hoy, ha vuelto a su primer amor. de ropa, solo ropa. No es en su micro oficina donde se crean las colecciones, pero es aquí donde germinan. Hace un balance de todo lo que ha despertado su curiosidad, y la suya es inmensa. Una silueta en la calle, un jardín, los créditos de una película, una exposición… Armand Ventilo almacena, llena y se deja habitar. A su alrededor, por falta de espacio, los objetos están numerados, por lo que no hay ninguno por casualidad.
Los 5 objetos favoritos de Armand Ventilo
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