Todo lo que necesita saber sobre la plantación de árboles frutales.

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Anonim

Condiciones climáticas, tipo de suelo, elección de especies …

Nada mejor que morder la manzana que ha madurado en tu jardín. Pero el sueño de un huerto requiere un conocimiento real, para no comprometer la cosecha que tendrá lugar varios años después de la siembra. Dependiendo de las características del futuro jardín elegido, para su uso como huerto dominante o jardín mixto (exposición, naturaleza geológica del suelo, límites físicos de la parcela, etc.), es necesario iniciar una reflexión sobre la elección. de especies y su modo de cultivo (árbol de pleno viento o sujeto preformado). Depende de todos construir el huerto a su alcance, para esperar una buena cosecha y el merecido placer que se deriva de ella.

Condiciones climáticas y naturaleza del suelo.

La mayoría de los árboles frutales resisten bien los inviernos fríos. Por otro lado, las heladas primaverales, si los brotes están sin cuerpo (listos para eclosionar), pueden destruir las flores y, por lo tanto, la cosecha esperada. En el norte de Francia, será necesario elegir esencias y variedades con floración tardía. Será bueno reservar, para las regiones del sur con inviernos suaves, especies como almendros y olivos. Recuerda también que el pleno sol y el calor contribuyen a un buen desarrollo vegetativo de los árboles, pero que son fundamentales para la maduración de frutos, como los del melocotón y el albaricoque … Por otro lado, determinadas especies frutales pequeñas, como las grosellas y las grosellas negras, Se plantarán en semisombra en el sur, porque no soportan olas de calor. También sabemos que los fuertes vientos regionales exigen la realización de setos cortavientos para evitar la rotura de ramas, la caída prematura de frutos, la acentuación del frío o la desecación del suelo. De ahí el interés por favorecer los muros soleados para determinadas plantaciones… Las necesidades hídricas de los frutales están relacionadas con los efectos del clima. Sepa, por ejemplo, que los manzanos, cerezos, ciruelos y frambuesas necesitan una precipitación de 700 mm por año. Por el contrario, los almendros, la vid y el olivo toleran bien el déficit hídrico. Los árboles frutales tienen diferentes requisitos según la naturaleza del suelo. El suelo ideal es un suelo arcilloso-arenoso, ni demasiado ácido ni demasiado calcáreo, profundo y fértil, fresco pero no demasiado húmedo. En ocasiones es necesario el drenaje en caso de exceso de agua, para evitar la asfixia de las raíces y evitar la aparición de enfermedades fúngicas (botritis, mildiú polvoriento). Por otro lado, un suelo seco no necesita necesariamente un riego regular (excepto para el enraizamiento del árbol joven), pero requiere más mantenimiento con azadón, abono y posiblemente la instalación de un goteo, durante los veranos secos.

La elección del patrón

La mayoría de los árboles frutales, para mantener sus cualidades específicas, se reproducen por injerto: un injerto de la planta a multiplicar se une a la savia (sistema vascular) de un árbol enraizado llamado portainjerto. Éste es de la misma especie o de una especie cercana y compatible. También es elegido por sus reconocidas características de adaptación a un suelo determinado o por su resistencia a enfermedades (ejemplo del portainjerto americano importado para cepas europeas parasitadas por el insecto filoxera a principios del siglo XX).

Polinización

Los árboles frutales generalmente tienen órganos masculinos y femeninos sobre el mismo tema (árbol monoico). Los cerezos, perales, ciruelos y, en menor medida, manzanos, necesitan ser polinizados por otro sujeto, para ser fertilizados más abundantemente: esto se llama fertilización cruzada. Por tanto, es necesaria la proximidad de varios sujetos para esperar un buen cuajado de frutos, siendo la fecundación facilitada por la acción de insectos (abejas), incluso pájaros y también por el efecto del viento. Los melocotoneros, los albaricoques y los arbustos de bayas, entre otros, son autofértiles: un árbol es suficiente para lograr la fertilización. También hay árboles frutales dioicos (flores masculinas y femeninas en pies separados). Para obtener frutos, debes plantar un macho por cada cinco hembras. Ejemplo de Actinidia china y sus conocidos frutos, los kiwis.

Los diferentes tipos de huertos

La superficie del huerto o su influencia en un jardín mixto, la presencia de muros o caminos determinarán la naturaleza de los árboles, su número y su forma. Un huerto de más de 1000 m² en el campo te permitirá elegir árboles vigorosos, abiertos al viento, de tallo alto (punto de injerto a 2 m del suelo) como manzanos o medio tallo (punto de injerto a 1, 20 m del suelo) como melocotoneros. Las astas de estos árboles se extenderán libremente y requerirán poco mantenimiento. También puede plantar árboles tupidos (avellanas, castaños). En cualquier caso, la distancia entre los sujetos será de al menos 6 metros en todos los lados. En un huerto de tamaño modesto, además de arbustos con frutos pequeños, se pueden plantar, sobre portainjertos de vigor medio, otras especies muy apreciadas como perales y manzanos. Habrá que elegir formas a entrenar, adaptadas a la superficie reducida. Hablamos de plantación en espaldera, un muro a lo largo del cual se plantan árboles frutales. Las formas de cordón, U simple o U doble son comunes para las frutas de pepita. Los perales también se pueden trabajar en un huso (varilla de tope), los melocotoneros a menudo tienen forma de palmeta (forma de abanico). En áreas muy pequeñas o solo una terraza, hay mini árboles frutales, a veces en columnas, que se cultivan en macetas de un tamaño adecuado. Toda esta información sobre la creación de un huerto permitirá que muchos y todos conozcan este simple placer tan especial que es la cosecha, en casa, de sus propios frutos … ¡que hemos visto crecer y madurar!