Errores a evitar en un invernadero

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Anonim

Que no debe pasarse por alto

Tener una terraza: pura felicidad. O casi. Porque si no tomamos algunas medidas de talla de antemano, puede volverse inhabitable en verano como en invierno y deteriorarse rápidamente. Resultado: hemos revisado la lista de escollos para evitar disfrutarlo plenamente durante todo el año y poder disfrutarlo plenamente a largo plazo!

Descuidar la elección del acristalamiento para la terraza.

En un espacio habitable acristalado de suelo a techo, si hay un error que evitar es descuidar la elección del acristalamiento, el elemento principal de la veranda. Como tal, debe tenerse en cuenta que aquí se recomienda encarecidamente el doble acristalamiento, ya que promueve un mejor aislamiento térmico y acústico. ¡Solo tienes que imaginar el impacto del ruido que provoca la lluvia para concebirlo! Pero, ¿quién dice que el espacio acristalado también significa alto brillo y deslumbramiento potencial? Un parámetro que hay que tener en cuenta, sobre todo si queremos hacer del porche un salón. Por lo tanto, para evitar el uso de gafas de sol en medio de su terraza, la solución recomendada es un acristalamiento de techo que incluya una penetración de luz inferior al 70%. En cuanto al posible sobrecalentamiento de este espacio, provocado también por su exposición total al sol, la idea es optar por acristalamientos con un buen índice solar: no más del 40% para las ventanas verticales, y no más del 35% para las de el techo. Cuando llega el clima cálido, ¡solo puedes felicitarte a ti mismo!

Descuidar el aislamiento de la terraza.

Uno de los mayores problemas de los invernaderos es la humedad, que causa moho y condensación en las ventanas. Y por una buena razón, no solo generalmente tienen menos calefacción que el resto de la casa, sino que además, sus paredes, completamente acristaladas, la aíslan menos que las paredes de cualquier otro salón. ¡Agregue a ese aislamiento insuficiente y ahí está la tragedia! En conclusión: no se trata de descuidar el paso de "aislamiento". De lo contrario ! Acristalamientos, muros, suelos, cimentaciones, fachadas ya existentes (zonas de ampliación entre casa y veranda): no se debe omitir ningún espacio, porque cuanto más completo sea el aislamiento, más eficaz será ante los problemas de humedad. Y ese no es el único efecto positivo. De hecho, un buen aislamiento también permite moderar las variaciones de grados de la terraza, que se sabe que se vuelven casi inhabitable tanto en verano (calor demasiado alto) como en invierno (temperaturas demasiado bajas). Rápidamente, nos aislamos y, mejor aún, ¡recurrimos a profesionales!

Descuidar la ventilación de la terraza

Otro parámetro importante para reducir la humedad: la ventilación. No se trata de descuidar la ventilación de este espacio acristalado que es la veranda si queremos garantizar una buena calidad del aire, evitar la condensación en las ventanas, contrarrestar cualquier olor a humedad y sobre todo evitar que suceda. En definitiva, con regularidad, lo hacemos "respirar", como lo haríamos para el salón o el dormitorio, aunque el paso sea por aquí, generalmente menos frecuente.