El catálogo de Knoll es rico y variado, en cuanto a líneas y materiales.
Un digno heredero del movimiento Bauhaus, la marca Knoll sentó las bases para el diseño de vida contemporáneo. Su mobiliario de líneas sorprendentes, más de moda que nunca, nos acompaña a diario en el hogar y en la oficina. La butaca Barcelona, la butaca Tulip y la mesa Platner, todavía en producción, son ahora piezas de mobiliario legendarias. Hoy volvemos sobre el maravilloso viaje de la pareja Knoll, convencidos de que "el éxito de un producto depende de un diseño de calidad".
Nueva York, Nueva York
Fue en el corazón de la "Gran Manzana" a finales de la década de 1930 que Hans Knoll fundó su primera tienda de muebles en la calle 72. Este joven alemán emigrado a Estados Unidos, apasionado por el movimiento Bauhaus, se formó en diseño y arquitectura en Suiza e Inglaterra. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hans Knoll conoció y contrató a Florence Schust, una joven decoradora y diseñadora de interiores. Es el inicio de una colaboración profesional y sobre todo de una historia de amor que durará hasta la muerte de Hans en 1955.
Un ascenso meteórico
La pareja Knoll se embarcará en la edición y desarrollo de mobiliario innovador, respondiendo a los principios de la Bauhaus (movimiento artístico del período de entreguerras, que sentará las bases de lo que comúnmente se llamará diseño). La piedra angular del ascenso de la empresa descansará en la creatividad de los diseñadores identificados y formados por Hans y Florence. Gracias a sus múltiples contactos en el mundo del diseño en Europa y América, los productos Knoll adquieren rápidamente una dimensión internacional: inician las bases del diseño actual. Tras la apertura de una filial dedicada a los textiles, Knoll se trasladará a Pensilvania, donde aún se encuentra la sede de la marca.
Mobiliario atemporal
Gracias a los diferentes talentos a los que recurren Hans y Florence Knoll, el catálogo de Knoll es rico y variado, en cuanto a líneas y materiales. Por otro lado, todos asumen esta apuesta de calidad y altos estándares tan querida por la firma Knoll, desde los revestimientos textiles hasta la madera y el aluminio. Cansada de no encontrar tejidos de calidad, Florence Knoll recurrió a la industria de la moda para diseñar los revestimientos de los sillones, sillones y sofás de la marca: los tejidos y pieles están confeccionados y cosidos con un acabado perfecto, todo ello siendo sostenible. El taburete Bertoia, las sillas Risom o la butaca Spark son hoy leyendas del diseño, aún editadas y distribuidas por todo el mundo, gracias a la pasión de una pareja legendaria en la historia de la decoración de interiores.