Optar por un kit de cocina es alrededor de un 30% más barato que una cocina a medida, simplemente porque el mobiliario se produce en serie y la instalación está a cargo del comprador. Pero, ¿cómo se elige un kit de cocina?
Elegir un kit de cocina: tomar las medidas adecuadas
Si eliges un kit de cocina, lo principal es saber a dónde vas, por eso es necesario trazar un plano de tu futura cocina, con los espacios y equipamientos deseados. Por lo tanto, tomar medidas precisas de la habitación es un requisito previo esencial para elegir los diferentes módulos. También debes saber que estos se fabrican según dimensiones estándar, desde 10 cm hasta 10 cm. Finalmente, es importante prestar atención a detalles como las conexiones eléctricas y las tuberías de entrada de agua presentes en la habitación.
Mobiliario individualmente, o no
A la hora de elegir un kit de cocina, hay dos opciones posibles: la compra de muebles individuales de la misma gama, que en particular le permiten completar su cocina sobre la marcha, o la compra de una cocina completa. En todos los casos, tres criterios guían la elección: el espacio disponible, los muebles necesarios y los materiales deseados.
Operación de montaje de cocina en forma de kit
Una vez elegidos los materiales, mobiliario y plan de trabajo, realizado el pedido, el kit de cocina llega desmontado y plano. Queda por armarse con un destornillador y un martillo y seguir las instrucciones del fabricante, sabiendo de todos modos que la mayoría ofrecen un servicio de instalación. Y si el bricolaje no es su punto fuerte, también es posible llamar a un profesional. Recuerda que en este ámbito el IVA se reduce al 7%.