Aferrada a la escarpada costa de la isla de Sifnos, Grecia, esta auténtica villa griega con arquitectura cúbica reinventa las tradiciones locales y se presta al juego de su vida entre el interior y el exterior. En sus habitaciones sobriamente amuebladas, todo ha sido pensado para que las vacaciones sean sencillas, bonitas y festivas. Visita !
Una cálida terraza
© BellavistaEl área al aire libre gira alrededor de una gran piscina, que ofrece vistas de ensueño sobre las aguas turquesas del mar Egeo. El frente de la casa, que alberga una sala de estar y comedor de verano, se enfrenta a una piscina de color azul celeste.
Una sala de estar al aire libre.
© BellavistaPara hacer de la terraza exterior un hermoso espacio habitable, los propietarios han instalado una imponente mesa de comedor. Permite a los huéspedes que pasan disfrutar de un contacto privilegiado con los elementos.
Una enorme cocina-sala
© BellavistaEsta es la estancia donde nos gusta encontrarnos, y por eso se quiso que fuera amplia y funcional, con su encimera de hormigón que separa la zona de cocina del lado salón comedor.
Una mesa enorme
© BellavistaComo extensión del plan de trabajo, una mesa imponente permite mesas familiares numerosas. Elegido en un acabado de madera en bruto, es el elemento clave de la habitación.
Cocina espartana pero elegante
© BellavistaEn esta búsqueda de la sencillez y la sobriedad, la cocina se ha acondicionado con un estilo refinado. Todo el almacenamiento se ha ocultado debajo de la encimera y la isla del banco.
Un banco cómodo
© BellavistaPara disfrutar de la vista ininterrumpida del mar Egeo y las Cícladas occidentales, se ha construido un banco detrás de la encimera de hormigón. Por la noche, también permite a los invitados que pasan disfrutar del espectáculo de las llamas bailando en la chimenea desde un cómodo asiento.
Sal de lo superfluo
© BellavistaDesprovisto de todo artificio, tanto en el mobiliario como en la decoración, el primer dormitorio principal se viste con colores neutros y materiales naturales, realzados con materias primas. Un sesgo estético que invita al descanso y la relajación.
Una separación bien pensada
© BellavistaUn tabique de hormigón encerado, utilizado como cabecero, separa la zona de dormitorio del baño. El resultado es un espacio despejado con espíritu zen.
Un baño en tonos de blanco y gris
© BellavistaLa cabecera de mampostería encalada del respaldo soporta una escalera que se utiliza como toallero. Enfrente, una consola de mampostería, que hace las veces de mueble lavabo, forma un espacio dedicado al inodoro de gran sobriedad. Esto contrasta idealmente con las inmaculadas paredes. Bellavista