El tubo de neón, ahora más a menudo llamado "tubo fluorescente", es de hecho una especie de bombilla, al igual que la halógena o la bombilla incandescente. Viene en forma de tubo de vidrio que contiene una mezcla de gases. Ofrece una luz pálida que durante mucho tiempo ha sido diseñada para uso industrial.
Elegir un tubo de neón: muchas posibilidades
Hoy en día hay una gran cantidad de modelos de tubos. Si bien la mayoría tienen forma de tubo lineal, hoy en día es posible encontrar tubos circulares. Además, puedes encontrar tubos fluorescentes de diferentes colores: azul, verde, rojo… Hay tres rangos de reproducción cromática para los tubos de neón: de 55 a 70 Ra (buena), alrededor de 85 Ra (muy buena) y superior a 90 Ra ( excelente). Esta variedad permitió que los tubos fluorescentes se convirtieran en luces decorativas.
Uso de luces de neón
Este tipo de iluminación se usa con mayor frecuencia en el techo, alrededor de una habitación o en iluminación indirecta. Los neones suelen estar presentes en la cocina, debajo de los muebles, en los talleres, en los garajes o encima de las mesas de trabajo, ya que difunden una luz neutra y eficiente. Pero también pueden ser un elemento decorativo. Al colocar un neón de color detrás de un mueble, por ejemplo, obtendrás un efecto particular. También puede colocarlos en nichos para exhibirlos.
LED neón
Algunos fabricantes ahora comercializan tubos LED. Son muy prácticas para la iluminación de interiores y ofrecen nuevas posibilidades, ya que permanecen completamente frías. Por tanto, no hay riesgo de quemarse ni de quemar o ennegrecer el entorno del tubo. Podrás colocar tubos fluorescentes cerca de telas o madera sin temor a quemaduras.