La instalación de una puerta interior no presenta ninguna dificultad particular, especialmente porque si el marco y las jambas ya están en su lugar, el ejercicio solo puede volverse más fácil. Por tanto, la instalación será sencilla. Sin embargo, dependiendo de ciertos parámetros, y en particular del tipo de fijación, el trabajo será más o menos rápido.
Instale una puerta interior montada sobre bisagras
Las puertas montadas sobre bisagras se encuentran entre las más comunes y las más fáciles de instalar. No se requiere ningún gesto técnico, ya que basta con levantarlo para colocarlo en su lugar. Sin embargo, se recomienda realizar la maniobra por parejas. La ayuda de una segunda persona permitirá cierta estabilidad para encajar las bisagras con mayor facilidad. Sobre todo, la ayuda externa evitará pellizcarse los dedos.
Instale una puerta interior con bisagras
La instalación de una puerta con bisagras a menudo requiere algunas adaptaciones relacionadas con la carpintería pequeña. Por lo tanto, a veces hay que cepillarlo para nivelarlo con el suelo. Pero es sobre todo la ubicación de las bisagras lo que requiere más trabajo. Después de colocar la puerta en su marco (si es necesario, colóquela sobre cuñas colocadas en el piso), se deben marcar los lugares donde se atornillarán las bisagras. Como primer paso, es recomendable fijarlos solo con un solo tornillo. Luego de un control destinado a asegurar la ausencia de roces y bloqueos, se puede finalizar la fijación y montar definitivamente la puerta.