¡Conoce todo sobre esta enfermedad!
La antracnosis es una enfermedad parasitaria muy común en muchas plantas.
Desarrollo de antracnosis
La antracnosis (enfermedad del ántrax según las raíces griegas y latinas) es una enfermedad fúngica. Los signos se caracterizan por la aparición de manchas redondas o alargadas, bien delimitadas, de color marrón rojizo a marrón negruzco en varios órganos de la planta. Estas manchas ven cómo su centro se aclara gradualmente a un color más claro, blanco, gris o rosado. Los tejidos se secan, se marchitan y finalmente mueren durante el crecimiento. El hongo responsable de las lesiones penetra en la planta y se desarrolla allí, en clima húmedo, alrededor de 16-17 ° C como mínimo. Este hongo puede aparecer tanto en plantas anuales como en hojas de árboles o en sus frutos. El daño es particularmente severo en plantas anuales, como el maíz y otras plantas vegetales. Los árboles afectados en su follaje o fruto sobreviven al ataque de hongos. Como se describió anteriormente, los síntomas son comparables de una especie a otra. Es importante saber que cada planta padece un hongo específico, que pertenece a muchos géneros de hongos plaga, de los cuales Colletotrichum y Gloeosporium son quizás los más comunes. Los parásitos de la antracnosis persisten en el suelo durante el invierno como órganos llamados esclerocios, adheridos a los restos de las plantas. Las esporas, cuyo papel contaminante es fundamental, también permanecen en invierno sobre las hojas muertas, en los intersticios de la corteza … En ocasiones las semillas se han contaminado desde la cosecha anterior, de ahí su dificultad para elevarse (amortiguamiento).
Plantas sensibles a la antracnosis
Entre las plantas de cultivo, podemos citar alfalfa, maíz, lino, y entre plantas vegetales, frijoles, guisantes, tomates, melones, lechugas … En árboles y arbustos, nogal, avellana, almendro, cerezo, plátano, frambuesa, grosella. , rosa, por no hablar de la vid, también están preocupados.
Prevención y control
Las severas medidas preventivas deben acompañar a los cultivos. El hongo parásito puede almacenarse durante varios años en el suelo, de ahí la necesidad de largas rotaciones de plantas susceptibles (5 a 6 años). También elija semillas para variedades reconocidas como más resistentes, o semillas previamente tratadas con fungicidas. Sabiendo que la contaminación es principalmente por la propagación de esporas, favorecidas por el viento, la lluvia, la escorrentía, los animales pequeños, también es necesario evitar durante la vegetación, en época húmeda, todo contacto innecesario como el roce al caminar o manipular herramientas de cultivo. Evite la fertilización excesiva, que promueve el desarrollo de brotes tiernos y vulnerables. Asegure una buena ventilación, respete las distancias de plantación correctas. Si a pesar de todo ocurre el ataque del parásito, arranca rápidamente a los individuos afectados y quémalos para limitar la contaminación. El control biológico preventivo es posible con una decocción de cola de caballo o ajo, o con consuelda o estiércol de ortiga, rociado cada dos semanas. El control químico se lleva a cabo utilizando fungicidas simples, como mancozeb por ejemplo. También recomendamos el uso preventivo de sulfato de cobre, mezcla de Burdeos. Pero todo esto antes de la aparición de los síntomas, siendo el tratamiento curativo ilusorio. Por C. Schutz-Croué
Enciclopedia de plagas y enfermedades en el jardín.
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