No se encuentra en Francia desde Bélgica o los Estados Unidos
Caroline Giraud no es un mercadillo como los demás. Intérprete de los objetos de la tienda Carouche, ofrece, en su pequeña tienda en el distrito 11 de París, una selección de muebles industriales, objetos antiguos y contemporáneos, en un espíritu decididamente moderno. Ya han pasado algunos años desde que Caroline ha adoptado el método de volver a mirar objetos y muebles antiguos. En su tienda mitad mercadillo mitad decoración, puedes adquirir, según sus últimos hallazgos ya precios módicos, muebles industriales, bancos de trabajo, antiguas sillas Tolix, muebles artesanales y otro tipo de pequeñas maravillas.Algunos muebles son reelaborados por la anfitriona. Agrega aquí y allá una placa de plexiglás de color, una placa de metal envejecido, un mango de vidrio o un fondo de color, manteniendo intacto el espíritu del objeto pero agregando un poco más de alma, lo que le permite integrarse bien con nuestros interiores de hoy. También trae de sus búsquedas de gangas en Bélgica o Estados Unidos piezas que no se encuentran en Francia, que restaura y ofrece en su espíritu original o ligeramente transformadas. Para ver en casa, lámparas realizadas por diseñadores ch'tis que mezclan el metal y la óptica de faro antiguo o de fotógrafo, y mesitas de centro ultrasencillas en metal cepillado, que encajan en todas partes. Y aunque ahora están surgiendo muchas tiendas inspirándose fuertemente en sus ideas, Caroline mantiene este pequeño clic de antemano para declinar, con sencillez y amabilidad, su estilo inimitable. Caroline ama los muebles por su simplicidad y potencial.Cuando caza por Francia, tiene ojo para detectar el pequeño mueble que puede transformar con ingenio. En cuanto a este "pequeño armario" (como le gusta llamarlo a Caroline), después de revisar varios cambios de imagen posibles, se decide que estará revestido con papel pintado toile de Jouy en el exterior, mientras que el interior estará teñido con un elegante y luminoso gris. Para modernizar la puerta de este, Caroline hizo cortar una placa de metal que patina para envejecerla un poco. Los pequeños compartimentos interiores se pueden llenar con mil tesoros en una cocina donde será el almacenaje perfecto para especias o condimentos. Pero también puede colgarse en un baño, en la habitación de una chica romántica o en la habitación de un niño. Con gran sencillez, Caroline completa la transformación pensando en nuevas interpretaciones de objetos o muebles, que se unirán al universo estrafalario y elegante de su boutique en París.>Más información en www.carouche.typepad.com