El presupuesto es un tema crítico que debe abordarse desde el principio
Para modificar los espacios del hogar o acometer grandes obras, el interiorista es un interlocutor privilegiado. Bernard Meignan, architecte d'intérieur à Nancy, nous parle de son métier.Propos recueillis par Gilles WallonPour quels types de travaux faire appel à un arquitecto de interiores ?Rehabilitación de una vivienda antigua, ampliación de estancias de la casa, calidad de la luz: el interiorista elabora un programa de trabajo para encontrar la respuesta más adecuada. Tras los intercambios cliente/interiorista, este último puede aportar soluciones que el cliente no había pensado.Este profesional, a través de su pensamiento, su método, su cultura y su experiencia, aporta un evidente valor añadido al proyecto.¿Cuáles son las diferentes etapas del trabajo con el diseñador de interiores?Su misión se desarrolla en dos fases principales. En primer lugar el diseño, que a su vez incluye tres etapas: - el boceto: primeros intercambios con el cliente, primeros dibujos, primeras ideas, estado de ánimo del proyecto: una fase que da las direcciones principales; - el anteproyecto-resumen: el interiorista congela un boceto y comienza a abordar el aspecto técnico. Este anteproyecto va acompañado de descripciones de la obra y planos de detalle si es necesario. Esto permite finalizar el expediente, que puede servir de base para la consulta de las empresas. A lo largo de esta fase, se informa al cliente de las opciones técnicas, se le pregunta sobre la selección de materiales y la elección de armonías de color/material para evitar sorpresas desagradables durante el trabajo.Luego, la fase de trabajo. En base al expediente establecido, el arquitecto y el cliente consultan las empresas que les parecen más adecuadas, las propuestas por el cliente o por el profesional.¿Cómo establecer tu presupuesto?Los precios varían según la naturaleza de la obra y la calidad o antigüedad de la edificación. El presupuesto es un tema clave que debe abordarse desde el principio. Nos reunimos con el arquitecto, discutimos. Pero el presupuesto es una de las primeras cosas a definir. Está condicionado por lo que el cliente puede -o quiere- poner en él. El interiorista, que tiene el deber de asesorar, ajustará su diseño dentro de estos límites. En algunos casos, avisará a su cliente de una posible incompatibilidad entre su presupuesto y el programa deseado. Una renovación, una rehabilitación es un “viaje de conquistadores”. Darte un presupuesto significa darte un marco. La estimación, por su parte, solo puede ocurrir en una etapa bastante avanzada del proyecto.El presupuesto es definitivo sólo después de haber recibido las cotizaciones de las empresas. Como medida de precaución, durante la rehabilitación de edificios antiguos, mantendremos un margen de maniobra financiero para imprevistos. El diseñador de interiores, por su parte, suele cobrar un porcentaje calculado sobre el importe total del trabajo que ejecuta.¿Cómo elegir a tu interiorista?El interiorista ejerce de forma liberal. Como tal, le factura sus honorarios. El trabajo es pagado directamente por el cliente a las empresas, lo que garantiza la transparencia de la operación. Hoy existe un encuentro de profesionales, el CFAI, que certifica las competencias de los diseñadores de interiores. Esta certificación se obtiene mediante un control en tres puntos: administrativo (nivel de formación, titulación, modo de ejercicio, pago del impuesto profesional, contratos de seguro en responsabilidad civil y decenal), técnico (el candidato se propone al examen de "ponentes técnicos" todas las partes de un proyecto) y oral (el candidato es recibido por una comisión formada por profesionales e interrogado sobre sus proyectos y la forma de abordarlos).El profesional sólo está certificado si ha cumplido con estas tres etapas. Puede ver una lista de estos profesionales certificados en el sitio web: www.cfai.fr¿Qué hacer en caso de disputa? Como en todas las disputas, a menudo es preferible un acuerdo amistoso para ambas partes Si el cliente recurre a un interiorista “certificado por el CFAI”, puede remitir el asunto a la comisión de “recurso y conciliación”, presidida por un interiorista con experiencia. En esta etapa, más del 90% de los conflictos que se le someten se resuelven sin recurrir a la comisión "disciplinaria" , y menos aún a la acción judicial.