Las obligaciones del inquilino, pero también las de los propietarios
¿Se encuentra con un problema de fontanería en su apartamento de alquiler y no sabe si le toca a usted llamar al reparador, pero también hacerse cargo de los gastos? Para ayudarlo a ver más claramente (¡y por qué no ahorrar dinero!), la redacción de Déco.fr hace un balance con usted de las obligaciones de los inquilinos y propietarios con respecto al mantenimiento de las tuberías en un contrato de arrendamiento.
¿Cuáles son los gastos de fontanería a cargo del inquilino?
La ley no puede ser más clara al respecto: según el decreto del 26 de agosto de 1987, el arrendatario de una vivienda tiene "el deber de pagar los gastos relacionados con el mantenimiento de las instalaciones existentes" .Por ejemplo, en caso de que se produzca una fuga en un grifo por una junta demasiado vieja o defectuosa, es el inquilino el que tendrá que llamar a un fontanero… ¡y pagar la factura! Lo mismo ocurre con las pequeñas reparaciones, como la sustitución de una válvula de descarga, el cambio de la manguera de la ducha, las tuberías de drenaje, etc.
Importante: si la casa o apartamento en alquiler está equipado con una caldera, también es responsabilidad del inquilino llamar a un profesional para que realice el mantenimiento anual de esta última. Tras su visita, el profesional entregará al arrendatario un certificado que éste deberá conservar imperativamente. De hecho, si no puede presentarlo al seguro en caso de siniestro, será el arrendatario el responsable y el que deberá pagar las reparaciones.
Por supuesto, el inquilino también tendrá que pagar de su propio bolsillo la factura del fontanero si éste interviene en la vivienda a raíz de un deterioro causado por el inquilino (ya sea el deterioro voluntario o consecuencia de una negligencia durante el trabajo u otro).
¿Cuáles son los costos de plomería para el propietario?
De conformidad con la Ley N° 89-462 del 6 de julio de 1989, el propietario de una vivienda está obligado a proporcionar a su arrendatario "vivienda que cumpla con la normativa vigente" , tal como se confirmará durante del inventario que precede a la firma del contrato de arrendamiento. De hecho, si el arrendador proporciona al arrendatario una vivienda cuya instalación de fontanería no está a la altura o es demasiado antigua, le corresponderá a él pagar los trabajos que serán necesarios para adecuar dichas instalaciones.
Esto quiere decir que si se produce una incidencia y ésta se debe a un mal mantenimiento por parte del propietario, o si el problema ya existía antes de que el inquilino entrara en el alojamiento, no le corresponderá a él sino al propietario hacerse cargo de los gastos de fontanería.
Lo mismo ocurre si el problema está relacionado con factores externos (inundaciones, por ejemplo) o relacionados con la construcción del edificio y, por lo tanto, totalmente independientes del inquilino: es el propietario quien tendrá que pagar la factura.
¿Y en caso de emergencia?
Atención: en caso de problema de instalaciones que requiera la intervención de emergencia de un fontanero, existe un procedimiento muy específico a seguir por el arrendatario si quiere evitar sorpresas desagradables. De hecho, incluso en caso de emergencia, el arrendatario debe ante todo llamar a su arrendador para que este valide la intervención e involucre al profesional de su elección. Tenga cuidado porque en caso de incumplimiento de este procedimiento, el propietario puede no estar de acuerdo con el pago de la factura.