El hormigón encerado se puede encontrar en cualquier lugar de la casa.
El hormigón encerado apareció en la década de 1980. Al contrario de lo que parece significar el nombre, no es una estructura de edificio sino un revestimiento, como pintura y baldosas. ¡Un revestimiento que también es un éxito, al impulsarse en casi todas partes de la decoración!
Hormigón encerado en la casa.
Es simple, el concreto encerado encuentra su lugar en todas partes. En el suelo y en las paredes, se puede invitar a cualquier estancia. En la cocina, también hay una encimera, salpicadero, fregadero. En el baño, se convierte en lavabo, bañera, plato de ducha. Con un grifo bien elegido, por ejemplo muy colorido, ¡tiene la elegancia asegurada! Como es natural, el hormigón encerado estructura los elementos de almacenaje, cuyo aspecto visual unifica al permitir que quepan en lavadora, frigorífico … y todo lo que se quiera integrar. En la sala de estar, se ve muy bien: pequeño aparador, gran mesa de convivencia, consola apoyada contra la pared … ¿Y si subiera por una escalera moderna? Tanto si se trata de una prolongación del suelo, también de hormigón encerado, como si contrasta con el revestimiento de la habitación, siempre es el efecto más bonito.
¿Y por qué no afuera?
Para los afortunados que disponen de zona exterior, este es un espacio que el hormigón encerado sabe ocupar con practicidad: delimita una zona para la barbacoa, ¡por lo que os invitamos a divertiros! Tanto si ha elegido un hormigón encerado claro como oscuro, en tonos beige, gris o de color, no olvide apelar al juego de materiales y al de colores: sillones de colores vivos sobre un suelo de hormigón gris antracita, ¡es tan lindo! En el aspecto técnico, las características del hormigón encerado exterior son las mismas que en la vivienda. Es menos suave, un poco más rugoso, para hacerlo más seguro y menos resbaladizo bajo la lluvia.
© Pixabay ¡Para renovar una encimera, nada mejor que el hormigón encerado!
¡Nuevo … o reformado!
El hormigón encerado con el viento en sus velas, obviamente se integra en nuevas construcciones y es la alegría de los compradores o de sus futuros inquilinos. ¡Pero la parte que nos interesa es dónde podemos integrar este recubrimiento en nuestro capullo actual! Y para eso, en rehabilitación, el hormigón encerado es una opción sagrada: es simple, su material de soporte puede ser baldosas, hormigón en bruto e incluso madera. Y como no supera los 3 mm de grosor, la pérdida de espacio es absolutamente insignificante. En los azulejos del baño, suelos de interior y exterior, encimeras de cocina … Incluso se puede dar estilo a una escalera que falta con peldaños y una barandilla de hormigón encerado o vestir el abrigo, una chimenea envejecida. En resumen, el hormigón encerado está en todas partes. ¿De dónde proviene tal versatilidad? Las razones son prácticas y estéticas.
Las razones del éxito
El hormigón encerado es un material fiable, impermeable gracias a un proceso de impermeabilización, no tiene juntas que se desgasten y ensucien … ¿El único escollo? Que se agriete si no se ha instalado en las mejores condiciones. Pero para eso, hay muchos tutoriales para ayudarte. Como hemos visto, la gran ventaja del hormigón encerado es que permite diseñar espacios a medida, tanto en cuanto a dimensiones como a variedad de posibilidades (/bricolage-travaux/sol/actualite-594982-beton-cire.html ). Su fuerte personalidad se combina con una fuerte adaptabilidad, nunca desorientado es evidente en una cocina zen y moderna, como en un ambiente de loft donde recrea lo evidente bajo viejas vigas. Sobre la encimera sublima objetos cotidianos, jarrones de flores, vasos, platos, lámparas… Todo ello gracias a su lado algo crudo, combinado con la sofisticación de sus líneas limpias. Y como si todas estas cualidades no fueran suficientes …
© Mercadier ¡En Mercadier, incluso puede encontrar hormigón encerado de color!
Te hace ver todos los colores
La paleta de colores del hormigón encerado es infinita, y las cartas de colores de los profesionales muestran nombres que te hacen soñar (rojo terracota, azul laguna, blanco pluma, mulot, franela, caramelo, arándanos…). Entonces, ¿cómo eliges? Por supuesto, su elección dependerá de sus gustos, pero también del ambiente de la habitación. La tendencia del metal, muy presente en nuestros interiores, asume colores monocromáticos, minerales, que recuerdan a la materia prima. Un estilo escandinavo alternará madera clara y paredes blancas, que la capa superior protege contra las manchas. En la habitación de un niño, suaves tonos pastel. Junto al mar, un suelo azul para jugar con mantas de rayas o cojines…. La diversidad de colores se suma a la de los acabados mate, satinado o brillante. ¡Una verdadera panoplia para una decoración única!