La humedad y el calor favorecen su proliferación.
Noches de insomnio, veladas malcriadas al aire libre o picazón al despertar, ¡el verano también es temporada de mosquitos! Atraídos por el agua estancada y el calor, se invitan a su casa y acechan sus días. Para intentar acabar con el flagelo de las picaduras, aquí tienes unos sencillos gestos ecológicos para evitar la invasión.
Repelentes ecológicos de plantas
Se sabe que ciertas plantas como el limoncillo, los geranios, las caléndulas, el limonero, la albahaca de hoja pequeña o las nepetas forman una barrera repelente natural contra los insectos que pican. En maceteros o parterres, serán un aliado estético en tu terraza o balcón.
Lucha contra el agua estancada y estancada
Aunque pueden viajar más de un kilómetro para alimentarse, los mosquitos generalmente residen cerca de su lugar de anidación: el agua. Las cuencas, estanques e incluso charcos son lugares ideales para poner huevos. Para deshacerse de los huevos y las larvas, introduzca peces que se alimentan de larvas: en un estanque el melanote será bienvenido y si el agua de su estanque supera los 20 grados, los guppies causarán sensación.
Cortar el césped
Los pastos altos forman un refugio húmedo ideal y protegido de los depredadores para pequeñas plagas. Al cortar el césped con regularidad, limitará sus posibilidades de proliferación.
Atraer pájaros
Un refugio de madera o una distribución regular de semillas ayudarán a atraer pájaros, depredadores preferidos contra los mosquitos. Entre los cazadores de renombre, las golondrinas negras tienen la reputación de ser eficientes comedores de mosquitos.
Familiarízate con los murciélagos
Cuando baja la temperatura, los mosquitos pueden detectarnos mejor por la noche y, por tanto, una vez que se ha puesto el sol, nuestra vulnerabilidad es mayor. Los murciélagos son depredadores formidables contra los mosquitos. Conviértelos en un refugio donde puedan refugiarse durante el día y formarán una escolta de lujo.