Levántate temprano para agarrar las piezas más hermosas.
En los puestos hay para todos los bolsillos y para todos los gustos. Un coleccionista informado o un aficionado en busca de la nostalgia, todos pueden encontrar allí una pequeña maravilla. Aún tienes que saber cómo encontrarlo. Patricia Josselin, editora en jefe de la revista “Le Chineur”, te da sus consejos. Entrevista de Charlotte Cousin ¿Cómo se reconoce a un verdadero comerciante de segunda mano? Un comerciante de segunda mano es un profesional en antigüedades y objetos de segunda mano que está registrado. Solo vende productos que han entrado en una segunda vida. Podría ser un armario Louis-Philippe, como un objeto llamado "arte popular": una caja de hojalata Banania, por ejemplo. Depende de él encontrar los productos más bellos. Por lo general, tiene sus direcciones y contactos favoritos. Algunos vuelven a escribir objetos; en este caso, también son restauradores. Cuando no lo hacen, se dice que venden los artículos "en su propio jugo". ¿Qué consejo práctico le daría a un aficionado? Primero, debe elegir el lugar donde irá a cazar según lo que esté buscando. Si quiere un espejo bonito y tiene el presupuesto para hacerlo, lo encontrará más en un mercadillo que en una venta de garaje. En el primero, solo tratará con expositores profesionales mientras que en el segundo, los expositores serán particulares. Si tiene un presupuesto reducido, si está buscando un marco simple, por ejemplo, es más bien allí donde habrá que hurgar. El gran día se levanta temprano porque las piezas más bonitas siempre van primero. Y planea una antorcha: en invierno, todavía está oscuro cuando abre el mercadillo. El pequeño cazador de gangas perfecto también se equipa con dinero en efectivo en denominaciones pequeñas y una mochila vacía, ya que a priori lo cobrará. ¿Podemos negociar los precios y en qué medida? Obviamente tienes derecho a negociar. Pero tienes que ser razonable. No ofrecemos cinco euros por un objeto presentado a treinta. Sobre todo, debes ser cortés y amigable. ¿Cómo no dejarse engañar por el valor de un objeto o su autenticidad? Cuando acude a un profesional, seguramente habrá una garantía. Un comerciante de segunda mano tiene un escaparate y debe registrar todos los bienes que compra. A priori, esto le obliga a ser honesto. Lo que le presente debe corresponder a la descripción que se le da. Si es una copia, debe mencionarse. En el caso de que te haya engañado, puedes volverte en su contra. Solicite siempre una factura. Y con un rastro de la transacción, todos los remedios son posibles. Por otro lado, este no es el caso cuando se trata de un individuo. Ahí está tu palabra contra la suya. Para evitar ser engañado, es mejor saber reconocer y estimar el objeto usted mismo. Por eso es necesario documentarse antes de ir a cazar. Patricia Josselin ha sido editora en jefe del mensual "Le Chineur" durante 13 años. Esta revista especializada en mercadillos, antigüedades y colecciones está disponible en los quioscos.