Un imprescindible en la cocina
El frigorífico es el electrodoméstico más común en los hogares con una tasa de equipamiento de casi el 100%. Y si hoy en día este gran electrodoméstico nos parece imprescindible, ¡solo tiene 100 años! Volvamos a esta compañera de todos los días a la que le deseamos un feliz cumpleaños.
Antes del frigorífico
Es difícil imaginar una vida sin un refrigerador, sin embargo, antes de 1913 y el primer refrigerador fabricado industrialmente, las bolsas de hielo se almacenaban en una hielera para mantener los alimentos a baja temperatura. Y si en 1913 nació el Domerle, el famoso Frigidaire, que se convirtió en sinónimo de frigorífico, no apareció hasta 1916. No fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando los frigoríficos se instalaron de forma permanente en los hogares.
Mejoras y carrera por el rendimiento
Desde su nacimiento, los fabricantes han seguido mejorando el frigorífico. El funcionamiento y el aislamiento térmico se convirtieron en problemas reales, por lo que en 1969 vio la luz el frigorífico de 3 estrellas y su compartimento a -18 ° C, y a partir de 1971 el frigorífico de 4 estrellas con su compartimento a -32 ° C que permitía la congelación de comida. Más allá de estas mejoras, lo que preocupa es el consumo de energía, ya que representa el 30% del consumo eléctrico de un hogar. La normativa europea entra en juego y la etiqueta energética nace en 1995. Desde entonces, los criterios se han vuelto cada vez más precisos y las clases energéticas A + y superiores forman parte de nuestra vida diaria. Y desde el 1 de julio de 2012, los fabricantes solo pueden comercializar electrodomésticos de las clases A +, A ++ y A +++ para avanzar hacia un frigorífico cada vez más ecológico. Nuestros videos prácticos de cocina