Comparte tu habitación
Compartir tu habitación cuando eres un adolescente puede ser difícil. La falta de espacio conduce inevitablemente a la convivencia. Es fundamental delimitar el espacio y ofrecer a cada uno una decoración acorde con sus gustos, deseos y edad para restablecer el equilibrio y simplificar este método cada vez más extendido. A continuación, te damos algunos consejos para compartir tu habitación sin perder tu refugio.
La reorganización del espacio
La falta de espacio lleva a las familias a reorganizar su interior. La convivencia es la consecuencia. La distribución de las habitaciones se imagina entonces de manera diferente. Por lo tanto, es posible que los niños de diferentes edades tengan que compartir la misma habitación. Cuando los niños entran en la adolescencia, la situación se complica. El estilo de decoración, la disposición de los muebles y los colores elegidos, el adolescente debe participar en la disposición de su habitación y determinar su espacio de intimidad de acuerdo con el otro niño.
La organización en torno a la convivencia en el dormitorio
Para facilitar la convivencia, lo ideal es crear dos espacios en una misma estancia. La decoración debe tener en cuenta la elección, los gustos y los deseos de las dos personalidades que vivirán en este universo. Para hacer esto, existen diferentes soluciones. En primer lugar, para dormir, opte por dos camas individuales. Económicos y prácticos, permiten optimizar el espacio de la habitación. Además, el entrepiso es una gran alternativa a la falta de espacio. Da la posibilidad de hacer un salón adicional en el dormitorio. Asegúrese de separar los dos espacios de privacidad para que el adolescente pueda moverse libremente. Aproveche las múltiples ventajas de las mamparas, los paneles japoneses o las cortinas para delimitar los espacios habitables. Para facilitar la convivencia, favorezca los deseos del adolescente individualizando los espacios.