Indispensable para proteger las fachadas de las inclemencias del tiempo, el yeso es un yeso realizado con mortero o yeso. Promueve el intercambio de gases con el exterior y brinda protección contra el ruido y las variaciones de temperatura.
Elija su yeso para una pared exterior y prepare la superficie
La elección del yeso está determinada por el estado de la fachada. En una fachada en buen estado, opte por un yeso acrílico, que se limpia fácilmente con agua. Sobre una fachada porosa, húmeda o dañada, prefiera un revoque de pliolita, muy resistente. En presencia de una fachada micro-agrietada, elija un yeso elástico, dotado de un fuerte poder de cobertura. Si vive en una zona con temperaturas extremas, adopte un emplasto de siloxano resistente a las variaciones climáticas. Proteja el suelo con lonas. Rellena las grietas de la pared y límpiala. Deje secar, luego aplique una capa interna.
¿Cómo hacer un yeso?
Es imperativo trabajar con buen tiempo. El yeso se aplica de tres formas: con rodillo, con llana o mediante proyección. Si decide enlucir con un rodillo, pase el rodillo de arriba hacia abajo, trabajando en tiras paralelas (la capa debe tener unos 2 mm de espesor). Luego pasar un rodillo de acabado tipo panal, de abajo hacia arriba, para dar relieve al yeso. Si está enlucido con un flotador, aplique una capa de yeso de 2 mm de espesor en un área de 1,50 m por 1,50 m, luego haga movimientos circulares con el flotador para crear un efecto. Finalmente, puede rociar yeso con una máquina especial que proyecta el material sobre la pared. En todos los casos, deje secar durante al menos 2 días.