Te gusta la tranquilidad o, por el contrario, estar rodeado de vecinos, la elección de la ubicación de tu futuro hogar es la primera gran decisión a tomar. Es fundamental para el avance de la obra y una posible reventa.
¿Dónde elegir tu terreno?
Boca a boca, notarios, ayuntamiento, prensa especializada,… no hay solución milagrosa para encontrar el lugar de tus sueños. Sin embargo, la tierra se puede dividir en dos categorías: tierra aislada y tierra en subdivisión. En el primer caso, la superficie es amplia y la ausencia de vis-à-vis asegurada. Sin embargo, tenga cuidado de poder conectarse fácilmente al agua, la electricidad, el cable o incluso las carreteras. En el segundo caso, el desarrollador habrá seguido estos pasos antes. Sin embargo, se le impondrán las especificaciones de construcción.
Elija un terreno edificable
Has descubierto el lugar perfecto. El paso imperativo es acudir al ayuntamiento para asegurar que el terreno sea viable. Verifique que el sitio sea edificable en el Plan Urbano Local (PLU). También se trata de conocer los posibles riesgos: inundaciones, movimiento del suelo, etc. vinculado al campo. Se le puede imponer el tamaño de los cimientos si el terreno se encuentra en un área sensible, lo que incurrirá en un costo adicional.
Financia la compra de tu terreno
Si se trata de un terreno, la promotora te ofrecerá sus soluciones comerciales (el servicio es gratuito). Su constructor de viviendas puede ofrecerle elaborar el informe crediticio. Además de su contribución personal, existen varios préstamos adicionales: préstamo con tasa de interés 0% más, préstamo de vivienda al 1% o préstamo de ahorro para vivienda. Para comparar préstamos, pregunte por la tasa efectiva general (TEG) porque incluye los costos de los préstamos, como los seguros.