Se utiliza para conservar alimentos como quesos y embutidos, incluso frutas y verduras, y le da a la cocina un aire auténticamente encantador. Aquí tienes algunos consejos para hacer una despensa.
Hacer una despensa: leña y colador
¿Qué necesitas para hacer una despensa? Solo madera, clavos y mallas metálicas lo suficientemente delgadas como para que las moscas, los mosquitos y otras arañas no puedan ir a ayudarse por sí mismas. Los campeones de salvamento pueden incluso utilizar madera reciclada, como tarimas.
Con o sin estante
De su utilidad depende entonces la forma que se le dé a su despensa, en el interior. Este pequeño mueble, que se puede hacer, por ejemplo, con una altura de 60 cm para una profundidad y un ancho de 30 cm a 35 cm, puede acomodar uno o dos estantes si desea almacenar quesos. En este caso, los estantes se cubrirán con un banco, del tipo que se usa en la cocina asiática (¡para enrollar sushi!) Para proteger la comida de la humedad. Pero la despensa también puede ser una simple caja en cuyo interior se instalan dos ganchos para colgar jamones y embutidos; prever, en este caso, una altura bajo ganchos de 50 cm.
Construyendo una despensa: ¿y la puerta?
Una vez que se ha completado el marco de la despensa, la mosquitera simplemente se fija con pequeños clavos o grapas. En cuanto a la puerta, se fija con bisagras y se cierra con un pestillo, o incluso simplemente con dos pequeños trozos de madera cruzados. Para colgar la despensa basta con una cuerda bastante fuerte. En poco tiempo y con poco material, es posible fabricar una despensa a medida.