Si está sobre una chimenea o sobre una mesa de café, una losa de mármol puede recibir golpes y ser víctima de algunos caprichos de la vida cotidiana. Sumado al desgaste, pueden provocar la rotura del mármol. Bastante simple de reparar, también puede ser una oportunidad para restaurar el brillo de la placa mediante algunas técnicas de pulido, que también hacen que la reparación sea casi invisible.
Piezas de mármol para pegar
El primer paso a tomar al preparar una reparación de mármol es limpiar la zona a pegar. Para ello, utilice una lija de grano grueso para lijar ligeramente los 2 lados con el fin de facilitar la adherencia de la masilla. Se puede aplicar agua y jabón negro si las impurezas ensucian la placa. Después de la limpieza, la masilla debe extenderse sobre el borde de las dos partes a unir. En esta etapa, es posible agregar material para encontrar el color inicial del mármol y hacer invisible la grieta: talco para el blanco, polvo de la propia placa para un color. También es importante mantener las dos piezas en una prensa para hacer el juego de pegamento, con cinta adhesiva o una abrazadera, por ejemplo. Para terminar, lo único que tienes que hacer es retirar el exceso de mortero con una cuchilla y dejar secar.
Agujeros en el mármol para llenar
Si aparecen grietas o astillas en el mármol, el procedimiento es sencillo. Después de limpiar y lijar la superficie y sus alrededores, simplemente rellene el hueco con masilla, pegamento o cera. Después de eliminar el exceso y lijar todo, es hora de pulir.
Pulido de mármol, un toque final imprescindible
Después de una operación de reparación de mármol, se recomienda pulir. Primero se debe humedecer la superficie con un paño suave. Luego, la aplicación del polvo de pulir se realiza con la esquina de otro paño para pasar haciendo círculos. Todo lo que queda es limpiar la placa y, posiblemente, aplicar un abrillantador.