Calafatear una puerta

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Anonim
En el interior o en el exterior, el calafateo de una puerta es fundamental para evitar pérdidas excesivas de energía o mejorar el aislamiento acústico deficiente en su hogar. Para superar este tipo de inconvenientes y evitar el cambio de carpintería, existen soluciones sencillas y prácticas. Siga la guía !

Calafatear una puerta: uniones de clavos

Los materiales a clavar pueden variar. Los modelos metálicos son muy prácticos de instalar ya que tienen agujeros pretaladrados. Muy resistente a la intemperie, las juntas se utilizan para sellar espacios de hasta 6 mm. Para instalarlos correctamente, es recomendable determinar con antelación la longitud a fijar. Este tipo de unión se puede cortar muy bien con la ayuda de alicates. Por su parte, los modelos de PVC, en forma de espuma enfundada o perlas de fieltro, pueden rellenar superficies más grandes de hasta 20 mm.

Sellos autoadhesivos

Utilizadas para calafatear orificios de 1 a 7 mm, las juntas de espuma de poliuretano autoadhesivas o de PVC de alta densidad son muy efectivas en términos de aislamiento acústico y térmico. También hay juntas de goma para huecos de aproximadamente 2-5 mm. Para instalar su sello, recuerde limpiar a fondo la superficie afectada para promover una buena adhesión.

La masilla para calafatear tu puerta

La masilla de calafateo más técnica es ideal para rellenar espacios de forma irregular. Para instalar correctamente este tipo de sello, es necesario estar equipado con una tira de desmoldeo y limpiar la superficie a calafatear. La instalación comienza con la aplicación de una imprimación sobre el rebaje, es decir la parte fijada en la pared sobre la que se aplica la parte móvil de la puerta. Luego aplique la masilla sobre la que colocará la tira de desmoldeo. Cierre la puerta para moldear perfectamente el sello. Un tiempo mínimo de secado de 24 horas es fundamental antes de desmoldar.

La varita en la parte inferior de la puerta.

Otra solución: coloque una tira de metal en la parte inferior de la puerta. Fabricados en plástico o aluminio, estos tubos de calafateo generalmente se adaptan a todo tipo de puertas. Para colocar correctamente tu varita, asegúrate de que la junta (o cepillo) que la equipa esté en contacto con el suelo.