Consejos y trucos para cazar como un profesional
¡El verano se acerca rápidamente y se organizarán cientos de mercadillos en toda Francia! Los meses de julio y agosto son buenos meses para cazar y encontrar objetos raros. ¡El equipo editorial de Deco.fr te asesorará antes de que empieces a buscar la perla rara al mejor precio!
Prepárate antes de ir a un mercadillo
Para cazar y negociar en las condiciones adecuadas, es fundamental cierta preparación. Primero que nada, tu atuendo: Vístete con sobriedad y sin extravagancias que puedan perjudicarte durante tus negociaciones. Recuerde observar el pronóstico del tiempo para no ponerse pantalones cortos si llueve mucho. Planifique con anticipación cuando prepare el cambio. Tenga en cuenta que los distribuidores de segunda mano no tienen mucho cambio. El extra los hará felices. Planifica antes de salir por bolsas vacías para guardar todas tus compras porque no tendrás bolsas de plástico a tu disposición como en el supermercado. Por último, averigüe el precio de los productos que busca upstream para no ser estafado.
Consejos para cazar como un profesional
¡Primero en llegar, primero en ser servido! Para tener la máxima suerte, evite las multitudes y benefíciese del buen humor de los comerciantes de segunda mano, ¡llegue temprano! Evitará las multitudes y tendrá una amplia variedad de artículos. La negociación es el fin del orden. No se apresure si le gusta un artículo, ya que el precio puede subir rápidamente. Luego, inicie una negociación después de haber verificado la autenticidad del producto y de hacerle algunas preguntas al vendedor para demostrar su interés. Comprar varios artículos del mismo vendedor también reducirá aún más el precio.
¿Qué encontrar en un mercadillo?
Para los muebles, tenga cuidado con los muebles de estilo industrial que a menudo se han copiado. Las sillas Tolix, por ejemplo fabricadas en la década de 1920, tienen cientos de imitaciones vendidas a precios bajos. Cuente entre 50 y 100 euros por uno auténtico. Los muebles de madera son un muy buen negocio, ya que a menudo son económicos y pueden revisarse y restaurarse fácilmente. Los objetos pequeños también son muy interesantes. Una vez lavados, se pueden reutilizar fácilmente. Los platos por ejemplo, o incluso los libros que habrás desenterrado para un bocado de pan.