Entre llegadas y salidas, la entrada es una habitación que no debe pasarse por alto en la casa. Por tanto, es mejor multiplicar las ideas de diseño adaptadas a este pequeño espacio para convertirlo en un lugar práctico y agradable. Aquí hay cinco para copiar.
Mini entrada a un estudio
© Ikea** La mayoría de las veces, los primeros apartamentos y estudios no tienen entrada, al abrir la puerta se accede directamente a la sala de estar. Pero para evitar que un montón de zapatos, bolsos y chaquetas abarroten el frente de la puerta, improvisamos una mini entrada. Unos cuantos contenedores, algunas cajas altas y un perchero de pared harán el truco. Y si tienes un hueco en la pared, como aquí, ¡este es el lugar perfecto para instalar todos estos accesorios! **
Almacenamiento personalizado en una entrada familiar
© Ikea** En un camino de entrada familiar, existe el riesgo de que los cepillos se enreden entre los zapatos de mamá, la chaqueta de papá, las sandalias de los niños, las botas y los abrigos. Para evitar que este pequeño espacio se convierta en un verdadero desastre, organizamos un poco. ¡Abran paso al almacenamiento inteligente! Aquí hay un zapatero personalizado para que todos lo encuentren. ¡Diga adiós a los negocios persistentes! **
A cada uno su entrada
© Leroy Merlin** Otra idea para la entrada a viviendas unifamiliares: divídela en dos. Una sección de la pared está reservada para adultos y la otra para niños. Una maquetación que anima a los más pequeños a cuidar su negocio y les facilita la vida a todos. Lo más decorativo: hacer que la entrada para los niños sea divertida para que ordenar rima con placer. Entre las ideas para recordar, destacamos: pegatinas de pizarra, pegatinas poéticas, baldas de pared para exhibir uno o dos juguetes como decoración, un banco para sentarse cuando te ates los cordones y coloridos contenedores de almacenamiento. **
Fácil instalación
© Ikea** Cuando está restringido por la falta de espacio en la entrada, siempre puede contar con un diseño muy simple que no abarrota el espacio. Luego nos equipamos con lo mínimo: un zapatero básico, todo escondido debajo de un discreto mueble bajo. Ni visto ni conocido. **