A fuerza de ver caer la lluvia, pensamos que las vacaciones nunca llegarían. Afortunadamente, ahora podemos soñar con la playa y los cocoteros, las siestas, el almuerzo, la lectura, el bronceado y los juegos junto al agua. Queda por elegir el mobiliario de exterior, más o menos nómada, que acompañará estos momentos privilegiados …
La tumbona

© IkeaMenos imponente y más fácil de mover que tomar el sol, ¡está la tumbona! Gracias a sus patas plegables, se puede llevar debajo del brazo, antes de instalarse allí para un día de pura relajación …
La hamaca

© HästensPara dormitar a la sombra de una palmera, suspendida a unos centímetros de la arena fina, ¡nada como una hamaca donde poder columpiarse suavemente con la brisa del verano! Lujo para dejar ir …
La silla de plastico

© AlinéaÉste, nos encanta por su peso pluma y sus apoyabrazos que aportan su comodidad a la de los sillones. Fácil de transportar, cómodo pero también disponible en todos los colores.
La silla plegable

© IkeaHay más práctica (aunque un poco menos cómoda) que la silla de plástico: ¡la silla plegable! En un instante, se hace más plano para llevarlo debajo del brazo, de manera informal.
El chileno

© CasinoEntre la silla plegable y la silla chilena, solo hay un matiz: ¡la lona única que sirve de respaldo y asiento! ¡Una promesa de doble comodidad que le permite estar en una posición semi-acostada!
La silla ocasional

© IkeaVersión más avanzada de la silla de plástico: ¡la silla de plástico! Tiene las mismas ventajas: ligero y, por tanto, fácil de transportar. Sin embargo, la silla es más grande y, por lo tanto, más cómoda.
La tienda de campaña

© IkeaPara refugiarse a la sombra para una siesta o para improvisar una zona de juegos para niños: ¡adoptamos sin pensar la pequeña carpa extra!
La mesa auxiliar

© AlinéaUna mesita plegable sobre la que poner revistas y cócteles, una mesita para tener un lugar para almorzar o tomar un aperitivo, ¡decimos que sí!
El sofá

© Ikea¡No es necesario hacer un dibujo para entender que este mueble no es el compañero más frecuentado en playas concurridas! Porque darse el lujo de colocar un sofá en medio de la playa implica fuertes brazos para transportarlo, una versión modular para transportarlo y una playa privada para tener derecho a instalarlo. Muchas condiciones, pero cuando se cumplen, ¡es la elegancia del salón y el aperitivo excepcional!