La jardinería es un juego de niños

Anonim

Consejos de jardinería para todos

Mantener su jardín fácilmente sin tener un pulgar verde, ¡es posible! Thierry Gaulard, paisajista afincado en Montagny, en el Ródano, indica los requisitos previos necesarios. Entrevista por Charlotte Cousin

¿Qué plantas son fáciles de cuidar?

Lo mejor es ir a un vivero y observar lo que vende: resulta representativo de lo que encontramos en el suelo en el que vivimos porque allí las plantas están mejor aclimatadas. Por ejemplo, podemos cultivar fácilmente tomillo o laurel en el sur, mientras que en Bretaña nos abstendremos de plantar olivos.Es bueno para dar crecimiento a las plantas de la región. Evita todo lo que sea exótico y a lo que será difícil acostumbrarte en el ambiente, prefiere plantas que correspondan al clima y al suelo: hay tantas especies endémicas, especies específicas del territorio, que deben ser preservadas.

Por lo tanto, la elección de plantas perfectamente adaptadas a la región en la que vivimos permitirá asegurar que crecerán en condiciones climáticas óptimas. Esto también permite tener un menor impacto negativo en el medio ambiente al evitar largas horas de transporte de plantas importadas de otras regiones, incluso de otros países, y en ocasiones muy distantes. Finalmente, decidir cultivar plantas que sean de la región es una forma de darle un toque de autenticidad a tu espacio exterior.

¿Cuáles son las soluciones de riego para alguien que a menudo está ausente?

Puedes irte de vacaciones saliendo de tu jardín, sin mucho peligro.Es más molesto cuando las plantas se cultivan en un balcón, en macetas o jardineras: en este caso, se necesita riego por goteo o un sistema de botellas de plástico boca arriba que constituye un depósito. Desde un punto de vista ecológico, debemos evitar el exceso de agua; esto es especialmente importante en el primer año, cuando las plantas echan raíces. Entonces, es bueno hacerles “sufrir” un poco y esperar el momento en que empiecen a tener sed: cuando se van, con la primera lluvia, están aún más hermosas. Para arbustos: un buen mantillo a la hora de plantar evita regar durante mucho tiempo y protege el suelo de malas hierbas. Se elabora a partir de recortes, corteza de pino o incluso puzolana, una piedra volcánica que no se descompone y que, de buen espesor, se puede conservar casi toda la vida. Eso sí, es necesario quitarlo si se quiere plantar flores al pie del arbusto, cosa que no ocurre con los recortes de hierba o la corteza de los pinos, que se degradan y se convierten en tierra al cabo de unos dos años.

El mantillo también tiene un interés estético: muy decorativo, permite poner las plantas al pie de las cuales tiene más valor res altando su follaje así como el color de sus flores si es necesario. También puedes elegir el estilo de tu mantillo según el ambiente que quieras darle a tu jardín: mientras un mantillo vegetal le dará un auténtico espíritu rural a tu jardín, un mantillo mineral jugará la carta de la modernidad.

¿Cómo reconocer una planta que va mal?

Depende de las plantas, pero se puede sentir y ver en su apariencia general: la hoja de bambú, por ejemplo, se enrollará sobre sí misma para evitar la evaporación. Algunas hojas pueden decolorarse, ablandarse o comenzar a caerse y volverse amarillas o secarse. En el caso de secarse, hay que quitarles las hojas y cortar las flores para que vuelvan a brotar mientras se riegan, por supuesto.

Una planta también puede salir mal debido a una invasión de plagas, ya sean babosas o caracoles, o incluso pulgones o cochinillas, por ejemplo. En cualquier caso, es preferible optar por un tratamiento natural, idealmente un tratamiento biológico, para tratar las plantas sin dañar su entorno. Algunos trucos de abuela son tan efectivos como los productos químicos. Por último, recuerda controlar regularmente el estado de salud de tus plantas para que puedas actuar tan pronto como aparezcan estos inconvenientes: la planta afectada será así más rápida y fácil de tratar.

¿Cómo estar seguro de tener plantas con flores todo el año?

Las plantas generalmente solo florecen durante unas pocas semanas: es necesario conocer los períodos de floración de cada una de ellas. A principios de la primavera, piense en membrillo japonés o fortitia. En pleno verano: la althea, la buddleia o incluso el rosal, siendo este último capaz de volver a florecer en otoño, estación propicia también para el corteus japonés.

Algunas plantas, como es el caso de los cactus en particular, necesitan pasar por un período de invernada, es decir, no ser regadas desde finales de otoño hasta principios de primavera, para crecer más y florecer una vez que vuelva el buen tiempo. Mientras tus plantas están en flor, recuerda también quitar regularmente las flores marchitas para que las plantas no se cansen por nada y al contrario florezcan más.

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