Si bien la estufa de leña es la que más fácilmente viene a la mente, está claro que hay muchos más combustibles para estufas. Así que echemos un vistazo rápido a estos diferentes combustibles para ayudarte a decidir cuál es el mejor para ti.
Madera
Entre todos los combustibles para estufas que existen hoy en día, es la madera la que aún y siempre ocupa el primer lugar. De hecho, este material tiene muchas ventajas que justifican su éxito. De hecho, la madera es un material y, por lo tanto, una fuente ecológica de energía. Además, la madera proporciona un rendimiento muy satisfactorio. A estos puntos positivos se suma el precio de este combustible, que sigue siendo muy asequible.La leña tiene un principal inconveniente, que es el humo generado por su combustión que, con el tiempo, acaba obstruyendo la estufa. Quien dice leña, por lo tanto dice que el mantenimiento de la estufa es más importante. En cuanto al formato en el que encontrar leña como combustible, encontrarás el leño tradicional, pero también las astillas, que son fáciles de almacenar y muy rentables, los pellets, que son más caros pero obstruyen menos la estufa, y por último los leños reconstituidos, más caro pero con un poder calorífico tres veces superior al clásico tronco de madera.
Aceite y aceite
El El petróleo es un combustible que oscila entre ventajas y desventajas. En efecto, si bien permite calentar de manera eficiente y obtener muy rápidamente un calor agradable dentro de la vivienda, más rápido que con la leña, el aceite tampoco es muy ecológico. Por no hablar de los olores desagradables que se desprenden durante su combustión así como del vapor de agua que puede humedecer el aire de la habitación.El precio de una estufa de queroseno es más barato, lo que no es necesariamente el caso del combustible, cuyo precio cambia de acuerdo con el precio del petróleo. Finalmente, siempre se debe tener en cuenta que el almacenamiento de fuel oil puede representar riesgos significativos y, por lo tanto, debe realizarse en perfectas condiciones de seguridad.
Gasolina
Otra solución de calefacción para una estufa, gas. Aquí nuevamente, ventajas y desventajas compiten por este combustible. En cuanto a las ventajas del gas, la principal es la rapidez con la que puede calentar una habitación. A esto se suma el hecho de que el calor así producido en una habitación perdura en el tiempo. Además, si su estufa de gas está conectada directamente a la red, no necesitará almacenar recargas de gas en casa, lo que aumenta la practicidad y la seguridad de este dispositivo de calefacción. Las estufas de gas económicas también permiten modular mejor el calor para un confort a medida.En cuanto a las desventajas, la primera a mencionar es que el gas es uno de los combustibles menos amigables con el medio ambiente. El consumo de gas necesario para calentar el alojamiento también es elevado, por lo que conviene preverlo antes de adquirir la estufa de gas.
Otras alternativas
Si bien acabamos de revisar los combustibles más utilizados para calentar una casa, existen otras alternativas que también representan ventajas y desventajas. Es el caso, por ejemplo, del bioetanol que, como su propio nombre indica, es un combustible ecológico. Las estufas de bioetanol tienen un diseño moderno y estético. Este combustible se vende a bajo precio. El principal inconveniente es que produce un calor bastante bajo.
También está el carbón, cuyos principales puntos positivos son su bajo precio y su capacidad para producir calor significativo. Su gran punto negativo es ensuciar la estufa.
Por último, la estufa eléctrica ofrece un consumo moderado y es tan fácil de usar como de mantener.