Cuida la iluminación interior

Anonim

Multiplica los puntos de luz en cada habitación.

Fabrice de Logivière dirige Heliophane, una empresa especializada en iluminación, ubicada cerca de Epinal, en Lorena. Entrevista de Nadège Monschau ¿Podemos diseñar la iluminación de nuestro interior de manera que promueva el bienestar? Claro. La iluminación es incluso decisiva. Puede estimular la actividad o promover la relajación, proporcionar un sentimiento de alegría o, por el contrario, tristeza. Por lo tanto, su distribución debe pensarse lo antes posible, desde la construcción de la casa. Porque, una vez desconectados los tendidos eléctricos e instalados los enchufes, el usuario tiene poco margen de maniobra. Y, por tanto, hay que conformarse con lo existente para aplicar una selección de luces. O aprovecha la reforma de tu vivienda para revisar toda la organización eléctrica según tus necesidades y el confort visual deseado … Concretamente, ¿cómo funciona la fototerapia? A la hora de comprar e instalar el equipo, es mejor acudir a un especialista, para tener en cuenta tres parámetros esenciales, específicos de cada lámpara: su temperatura de color, su potencia y su índice de reproducción cromática (IRC). - El primero, expresado en kelvins, indica si la luz producida será más o menos caliente o fría para el ojo. Para dar un ambiente cálido a la casa, la temperatura de color de las lámparas nunca debe ser demasiado alta. Cuente menos de 2900 Kelvin en los dormitorios y entre 2900 y 3100 Kelvin en las salas de estar. Las únicas excepciones son el garaje, el lavadero y el baño, donde se puede subir hasta los 4000. - Otro dato fundamental: la potencia de la lámpara, medida en lúmenes. Te sientes incómodo, incluso atacado, en una sala de estar débilmente iluminada por una lámpara con una temperatura de color alta. Por el contrario, una habitación iluminada de forma minimalista pero con una temperatura de color baja parece acogedora. Es el tipo de ambiente íntimo y acogedor que puedes crear en una biblioteca. Sobre todo porque es bastante fácil jugar con el poder de una luz. Por ejemplo, podemos reducir la eficiencia de una lámpara con pantalla, o disminuir el rendimiento de un foco dirigiéndolo hacia una pared oscura, que absorbe más luz que una pared clara. - Finalmente, hay que tener en cuenta el IRC, que mide la "calidad" de la luz producida: cuanto más se acerque este índice a la cifra 100, mejor se recuperarán los colores naturales. En general, en zonas residenciales, es preferible no utilizar lámparas con CRI inferior a 85. ¿Qué luminarias son adecuadas para obtener confort visual? En general, no dude en multiplicar los puntos de luz en cada habitación, aunque nunca los usemos todos al mismo tiempo. Otra regla: cada luminaria debe encontrar su vocación. La luz directa, difundida por un plafón, una lámpara de mesa o un foco de luz, es imprescindible para determinadas tareas: sobre el comedor o la encimera de la cocina, sobre el escritorio … De lo contrario, para amenizar agradablemente cada estancia. más bien aconsejable favorecer las luces indirectas, ya sea reflejando los flujos en las paredes, o jugando con las pantallas de las lámparas. Para producir este efecto suave y difuso, nada como las cornisas luminosas, enrolladas en un techo. Equipados con dispositivos electrónicos, permiten modular la intensidad según sea necesario mediante un pulsador o un botón giratorio. Otras dos “novedades” muy de moda ofrecen una excelente ergonomía visual: las “paredes claras”, muy agradables en un vestíbulo de entrada, y los falsos techos luminosos, muy populares en los grandes salones. En este último caso, toda la superficie del techo está revestida con tubos fluorescentes y cubierta con placas de plexiglás. Cuando el habitante empuja el atenuador al máximo, siente una impresión de luz natural. Sin embargo, ver a plena luz del día puede resultar, en determinadas ocasiones, muy agradable. O muy práctico.