¡Mueva los muebles con regularidad!
¿Quieres colocar la habitación de tu hijo bajo el signo del bienestar y el feng shui? ¡La editora de Déco.fr te da todos sus consejos!
Regla número 1: muévete y cambia el escenario
Para crear un guardería “Feng shui”, primero debes tener en cuenta que los niños están en constante evolución y que su mundo debe abrazar esta transformación permanente. Por tanto, no se trata de dejarlos evolucionar en el mismo escenario durante demasiado tiempo: al menos una vez cada dos años, los muebles deben poder moverse para acompañar el movimiento de la vida.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo organizar y colocar muebles en la habitación de un niño de feng shui:
- El cabecero debe colocarse contra una pared, lejos de la ventana y lejos del ático si la habitación tiene ático.
- los despacho deben colocarse cerca de la ventana, pero sin mirar hacia ella, para evitar distraer la atención.
- Los libros y el entretenimiento de su edad deben colocarse en un lugar destacado en los estantes. Estos deben ser lo más claros posible.
- La ubicación del mobiliario es importante: es el principio “bagua”, que hace que cada segmento de la habitación corresponda a un ámbito de la vida (familia, relaciones, creatividad, etc.).
- Para estimular la curiosidad y el impulso del niño, asegúrese de resaltar la parte noreste sobre el puerta principal. Estratégico, debe ser claro, armonioso y requiere el mayor cuidado para soltar buenas olas.
Regla número 2: elimina lo superfluo
Si quieres que la habitación de tu hijo esté en línea con la filosofía Feng Shui, recuerde que toda la ropa y los juguetes que ya no sean de su edad deben quitarse con regularidad, y no solo por razones de espacio disponible. De hecho, en un vivero de feng shui, los objetos presentes son solo aquellos que reflejarán y apoyarán su desarrollo: mantener toda su colección de peluches en la cama después de la edad del jardín de infancia puede promover el estancamiento y frenar el ímpetu de la imaginación.
Para evitar crear una crisis, pídale a su hijo que elija los dos o tres peluches que prefiera: en todo momento, los animales representados por los juguetes han jugado un papel simbólico muy fuerte porque el niño se identifica con ellos; el mono, inteligente y vivaz, fortalece las habilidades académicas. El león da su fuerza, el oso su poder. Cada seis meses, clasifique sus pertenencias: tire los objetos rotos o dañados, las baratijas de plástico y guarde juguetes o libros interesantes en una caja que le dará a un niño más pequeño. Acepte también que elimina, si lo desea, los objetos heredados que lo abarrotan: sus propios juguetes o los de la familia, los libros que le han regalado y que no quiere leer, etc.
Enséñele a ordenar su habitación, sin imponerle tareas demasiado pesadas: esto estimulará su vitalidad. Se deben evitar las literas: en lugar de confinar una al suelo y la otra al techo, coloque dos camas una frente a la otra.
Regla número 3: agrega para hacerla crecer
En una vivero de feng shui, es importante, cuando el niño supere determinados hitos --entrando en CP o en el bachillerato por ejemplo--, realizar cambios simbólicos en su habitación, que le animen a crecer:
- Si no tiene uno, cuelgue un espejo en el que pueda verse a sí mismo en plenitud; colóquelo donde no se pueda ver desde la cama, y que será más y más alto a medida que crece.
- Al agregar muebles o elementos decorativos, elija líneas curvas: el niño crecerá en un entorno más creativo.
- Vuelva a pintar su habitación cada dos años. En las paredes, elija un color claro (verde salvia, azul hielo, naranja) preferiblemente.
- Las imágenes de animales son bienvenidas: pintadas o colocadas en pegatinas, estos compañeros simbólicos deben ser amigables y reconocibles. Sus cualidades tranquilizan al niño y lo mecen mientras duerme. Es importante que estas efigies evolucionen a lo largo de los años: considere proponer cambios en cada nuevo año escolar o cumpleaños.