Pintar un friso de pared puede parecer fácil, pero hay algunos pasos a seguir para obtener un renderizado óptimo y limpio. No te pierdas nuestros 4 prácticos consejos.
Lleno de carácter, un friso de pared simple puede marcar la diferencia en una habitación. Vertical u horizontal, fina o gruesa, de color, tono sobre tono o negro, en una pared o en cuatro paredes … Cualquiera que sea la opción que te guste, una tira de color podría ser el detalle que revolucionará tu decoración. Aquí hay 4 consejos prácticos para pintar un friso de pared sin problemas.
1- Determine la ubicación del friso de la pared.
En primer lugar, tendrá que pensar en la ubicación de su friso de pared. ¿Horizontal para una apariencia elegante o vertical para aumentar la altura del techo? ¿Sobre zócalos o a la altura de los muebles? Todo depende del renderizado que desee. Tenga en cuenta que, en general, los frisos de colores horizontales están pintados a 1,10 m del suelo para un buen equilibrio con el resto de los muebles de la habitación. También necesitará determinar el ancho del friso de su pared: 5, 10, 15, 20cm…? No es fácil elegir. Para ayudarte a decidir, nada te impide simular el friso con hojas de papel. Podrás ver el efecto final y ajustar el ancho según tus gustos.
Los frisos horizontales de colores se pintan generalmente a 1,10 m del suelo.
2- El arte de dibujar hitos
Este paso es sin duda el más importante: se trata aquí de trazar marcas a la altura adecuada para luego tener una línea rectilínea y por tanto… un friso muy recto. Ármate con un metro y dibuja con lápiz varias marcas a baja altura de tu friso partiendo del suelo (1m10 por ejemplo). Una vez que haya marcado sus puntos de referencia, dibuje la primera línea recta de su friso. Dependiendo del ancho de su diadema, tome nuevas marcas (a 5, 10, 15 o 20 cm) desde la primera línea dibujada. Luego dibuja la segunda línea recta de tu diadema. Así que aquí tienes tus dos líneas de friso dibujadas a lápiz. ¡Empieza a tomar forma!
¿Dónde vas a colocar tu friso?
3- Adopta la técnica adecuada para pintar
Antes de poner tu corazón y tu alma en la pintura, tómate el tiempo para pegar cinta adhesiva (una cinta específica para trabajos de pintura que se puede quitar fácilmente y sin dañar la pared) o cinta adhesiva. Coloque una tira sobre la fila superior y otra tira debajo de la fila inferior. Luego usa un pequeño rodillo (adapta el tamaño de tu material a la zona a pintar, esto es imprescindible) para esparcir la pintura, cruzando los pasajes. Siéntase libre de pintar un poco sobre la cinta de enmascarar. De hecho, el desbordamiento le permitirá obtener una línea clara una vez que se haya retirado la cinta adhesiva. Aplicar dos manos para un acabado uniforme y terminar siempre con un paso vertical del rodillo, de abajo hacia arriba. ¡Resultado impecable!
Tómese el tiempo para colocar sus cintas adhesivas para obtener un resultado claro.
4- Retire con cuidado la cinta adhesiva
Cuando la pintura esté lo suficientemente seca como para no correr, retire con cuidado la cinta de enmascarar para que la pintura aplicada a la pared no se desprenda. La técnica consiste en tirar suavemente de la cinta hacia arriba (para la fila superior) y tirar hacia abajo (para la fila inferior). Así obtendrás una franja perfectamente recta con límites muy claros: ahí está la estaca del friso de la pared.
Es hora de admirar el resultado: ¡bien hecho!