Porque los niños también tienen derecho a cuidar sus propias pertenencias.
Ya sea un simple guardarropa en su dormitorio o una habitación contigua real, arreglar un vestidor para su hijo no es un signo de locura temporal, sino una atención encomiable para su descendencia. El camerino es como una lección de vida, aprendizaje de organización y autonomía, en definitiva, una oportunidad de oro para transmitir a los niños. ¿Cómo organizar mejor este vestidor? ¿Hacer que evolucione de la infancia a la adolescencia? Te lo contamos todo.
Las 5 reglas de oro del guardarropa infantil
La distribución del vestidor de tu hijo dependerá obviamente de la superficie que tengas disponible, así como de tu presupuesto. Las ofertas disponibles hoy en día de los fabricantes son tales que un vestidor puede personalizarse por completo. Sin embargo, hay algunos consejos que se aplican a todas las configuraciones. Aquí hay 5 reglas de oro a seguir si desea configurar un vestidor para su hijo.
1. Perchas para hacer la vida más fácil
Incluso si su hijo es bastante organizado y ordenado, guardar ropa no es necesariamente un hábito fácil de adquirir. El punto más sensible se refiere al doblado de la ropa. Por lo general, a los niños les resulta difícil doblar la ropa correctamente y su vestidor puede terminar rápidamente pareciendo una montaña de textiles. Para evitar poner el listón demasiado alto, empieza con un vestidor donde el lugar de las perchas es fundamental. Si doblar es un problema, colocar una percha es mucho más fácil. El niño podrá entonces organizarse sin pedir la ayuda de un adulto.
2. Abuso de cestas con cable
Del mismo modo, las cestas con alambre facilitarán el aprendizaje de la conservación. Este sistema le permite poder encontrar el lugar de todo de un vistazo. El niño sabrá entonces qué canasta contiene calcetines o cinturones sin tener que abrir todos los cajones o sacar todos los contenedores. Lo mismo ocurre con el almacenamiento. Última buena noticia: las cestas con alambre están de moda, ya sea en color o en cobre, por ejemplo, funcionarán tan bien para bebés como para adolescentes.
3. Colores para ganar autonomía
Si las cestas con cable no le convienen, por ejemplo, por motivos estéticos, hay otras soluciones a su disposición. Otra forma de organizar visualmente el vestidor de un niño es utilizar una combinación de colores que les permita unirse sin pedir su ayuda. Puede asociar un color con un tipo de ropa (como ropa interior) o una función (como ropa deportiva).
4. Una organización concertada
Si no quiere arrancarse el cabello cuando guarde la ropa, lo mejor es decidir con su hijo con anticipación dónde debe estar todo. Al imponer un sistema de almacenamiento que es exclusivo para usted, corre el riesgo de enfrentar un desorden permanente y la pérdida de negocios, como los calcetines huérfanos. Decidir juntos (cuando sea mayor) cómo se debe guardar la ropa y dónde debe estar. Esta decisión conjunta le dará confianza en sí mismo y le permitirá superar mejor las obligaciones de almacenamiento.
5. Almacenamiento responsable (o no)
La gran pregunta adjunta al vestidor de los niños es la de limpiar y ordenar. ¿Cómo puede asegurarse de que el vestidor de su hijo esté siempre en condiciones aceptables? En cuanto a su habitación, la solución está ante todo en la comunicación pero todo también depende de la edad. Cuando sea un bebé, usted será naturalmente responsable de ordenar. A lo largo de los años, depende de usted decidir qué responsabilidades puede asumir su hijo en función de su edad y madurez. En la adolescencia, puede que sea el único responsable de la organización de su camerino, pero es en conjunto que tendrás que hacer un balance de las tareas y obligaciones.
¡Elige bonitas perchas!Cómo cambiar el vestuario con la edad del niño.
Desde el primer momento del vestidor, es importante elegir elementos modulares que puedan cambiar al mismo tiempo que la edad de tu hijo. Afortunadamente, la mayoría de los sistemas de almacenamiento del mercado son modulares y, por lo tanto, se pueden cambiar con el tiempo. Por ejemplo, planifique que las rejillas de las perchas tengan que reajustarse para que sigan el crecimiento de su hijo.
Los sistemas de piñón y cremallera le permiten crecer a medida que crece su hijo.Vestidor para niña o niño: ¿eso cambia algo?
A priori, nada distingue el guardarropa de un niño del de una niña, pero habrá que tener en cuenta los cambios o ciertas especificidades que se puedan producir, especialmente en la adolescencia. Algunas chicas, por ejemplo, se sentirán atraídas por las joyas y, por lo tanto, podemos proporcionar un espacio dedicado a los collares o pulseras. Los niños más atléticos pueden necesitar arreglos especiales para guardar su equipo. Finalmente, más que el sexo, es la individualidad de su hijo la que dará forma a la organización de su camerino: ¡depende de usted dejar que lo haga según sus gustos y deseos!
El camerino de tu hijo se parece a él: ahí tienes que encontrar todas sus pasiones.