Estar equipado para festejar
Tras la tarta mágica, ahora le toca el turno a la tarta invisible de invadir la blogosfera aunque fue creada en 2008. Esta tarta de manzana o pera se llama tarta invisible porque hay tanta fruta en su interior (prácticamente 1kg) que apenas se puede distinguir la masa del bizcocho. Los frutos lo absorberán casi por completo. La masa es comparable a la de una masa para panqueques. La combinación de frutas y masa da un resultado extremadamente sabroso y fundente. Es al blogger culinario "Eryn folle cuisine" a quien le debemos esta pequeña joya de la gula. Hoy te contamos todo sobre las herramientas imprescindibles para que tu tarta invisible sea un éxito.
La batidora eléctrica, la base, lo imprescindible
Siempre imprescindible, la batidora eléctrica, para esta receta, batirá los huevos con el azúcar, hasta que la mezcla se ponga blanca. Luego incorporarás el resto de ingredientes. Esto le permitirá durante este tiempo avanzar en la receta pelando las manzanas.
Usa una mandolina para una interpretación perfecta.
Para un pastel invisible perfecto, las rodajas de manzana o pera deben cortarse en rodajas muy finas. Así absorberán la masa con mucha más facilidad. Para obtener rodajas finas y regulares no tienes otra opción, tendrás que usar una mandolina. Además, este último te permitirá ahorrar tiempo. ¡Pero ten cuidado con los dedos! Para mayor seguridad, debe utilizar absolutamente el carro de mandolina.
Un molde acorde a tu inspiración del momento
Para este pastel tienes la opción. Un molde de soufflé, para una representación realzada. Un plato cuadrado para compartir una pequeña tarta o un plato gratinado para un postre familiar. Si esta última opción le atrae, deberá duplicar las proporciones de la receta.
Un horno eficiente para derretir manzanas
Para hornear la torta invisible, se necesitan 35 minutos a 200 ° C. Recuerda adaptar el tiempo de cocción según el molde que hayas elegido. Si has optado por el molde soufflé, extenderás el tiempo de cocción en 15 minutos. Deje enfriar el bizcocho antes de comerlo. Y si puedes resistir la tentación de devorarlo enseguida, escóndelo en tu nevera, ¡estará aún mejor al día siguiente!