La habitación representa para su hijo "su hogar" en la casa.
La decoración entra en la habitación de los niños. Después de haberse ilustrado en todas las habitaciones de la casa derribando las paredes de la cocina o el baño, ahora está abordando el dormitorio del niño pequeño. Creadores y grandes nombres lo invierten y le ofrecen color y estilo. Los dormitorios de los niños se convierten así en espacios completos con múltiples funciones. Pero antes de saltar a toda la decoración, volvamos a los fundamentos que tendemos a olvidar.
Un dormitorio, 3 zonas
La habitación de los niños ocupa un lugar completo en la casa. Este universo propio incluye varios tipos de actividades: dormir, trabajar y jugar. Un consejo, ¡no los confunda! Concretamente, evita la televisión cerca de la cama y no tengas objetos lúdicos sobre el escritorio. En su lugar, cree espacios separados colgando sus diseños o fotos familiares en la pared junto a la cama. Serán tranquilizadores y crearán un ambiente reconfortante para su hijo. En cuanto al escritorio, asegúrate de que esté bien iluminado y que tengas allí todo el equipo necesario para que tu hijo no se distraiga yendo a buscar sus lápices para sus ejercicios de colorear. Estos arreglos pequeños y simples ayudarán a mantener la atención de su hijo en un lugar determinado y evitarán que se dispersen.
Deje que los niños afirmen su elección decorativa.
Como habrás comprendido, la habitación de tu hijo sigue siendo un universo real dedicado a su personalidad en ciernes. Al resguardar sus secretos, sus juegos y su aprendizaje, representa para él una verdadera "casa" en la casa. Debe ser tranquilizador y a su imagen. Es por eso que debe alentar a su hijo en las decisiones que se tomarán para decorar la habitación. Hable con su hijo sobre sus gustos, sus deseos y su presupuesto. El intercambio es fundamental porque le permitirá apropiarse mejor de su habitación. De esta forma, evitarás también salas dedicadas íntegramente a Barbie o Spiderman.
Usa la decoración de su habitación para moderar sus estados de ánimo.
Este espacio capital, que permitirá que tu hijo crezca, implica jugar con colores y símbolos para que tu niña o tu niño esté en armonía con su mundo. Para hacer esto, comience usando la paleta cromática. Sepa que el violeta y sus variaciones promueven la concentración. El fucsia o el burdeos son los preferidos en la habitación de los tímidos porque este tono tranquilizador permite al niño afirmarse más. En cuanto al verde, su frescura y tono son ideales si tu pequeño necesita ser estimulado. Asimismo, no dudes en personalizar la habitación de tu hijo colgando su nombre en la puerta. Se aceptan fotos, carteles y otras baratijas, pero asegúrese de que el niño no se "inunde" con todos estos accesorios. Esto crearía una molestia y ahogaría al niño con demasiada información. Nuestros prácticos videos de guardería