El dormitorio debe estar sano y sereno.
Para tomar las decisiones correctas y evitar ciertos errores en la disposición de la habitación de un bebé o un niño, es mejor tener en cuenta algunos principios fundamentales. Resumen de las reglas esenciales.
1 - Un dormitorio práctico, saludable y seguro
La practicidad y la seguridad deben primar sobre la estética. Las palabras clave de la disposición de la habitación de un bebé deben ser: - solidez: todo el mobiliario debe ser resistente a cualquier prueba. - lavabilidad: suelos, pintura, alfombras, cortinas, cojines, muebles, juguetes… todo debe ser lavable. - racionalidad: pensar en "práctico" antes de pensar en diseño, sea cual sea el mueble o el complemento a comprar. - seguridad: hay que prever los peligros potenciales, teniendo en cuenta que el niño caminará, crecerá, etc. - salud: de suelo a techo, es mejor favorecer las soluciones más saludables (muebles macizos, pinturas sin disolventes, etc.)
2 - Una habitación en evolución
A diferencia de otras estancias de la casa, la habitación del niño tendrá que evolucionar rápidamente para adaptarse a las necesidades del niño en crecimiento: colchonetas, juguetes, mesa de actividades, escritorio pequeño, etc. Así que evita abarrotar el espacio. Al principio, la habitación del bebé es solo para dormir. Deje espacio libre en el piso para que pueda pisar y espacio libre en las paredes para instalar almacenamiento futuro. Sea creativo, pero tampoco demasiado, a riesgo de aburrir y aburrir a su hijo cuando crezca. Piense en cambiar muebles: cama que sigue el crecimiento del niño, cambiador que se convierte en escritorio o almacenamiento, escritorio con patas ajustables … Sopese los pros y los contras porque los muebles actualizables suelen ser más caros.
3 - Una sala multifuncional
La habitación de un niño es a menudo un espacio para muchas actividades: dormir, amamantar, cambiarse, jugar, estudiar, recibir amigos … Piense en todo esto instalando una luz nocturna para dormir, un sillón para alimentar cómodamente con biberón, posiblemente un cambio de espacio , una zona de juegos …
4 - Una habitación zen
Incluso si el dormitorio se utiliza para muchas actividades, debe seguir siendo un espacio sereno y tranquilizador, donde el niño pueda conciliar el sueño con tranquilidad. Lo crea o no, el feng shui puede brindarle excelentes ideas para la planificación del espacio. Y quizás, además, salga de ella ondas positivas. Algunos ejemplos: la cama debe instalarse perpendicular a una pared y la puerta debe estar en el campo de visión del niño. Evite colocar una mesa o escritorio entre la puerta y la ventana. Evite los gabinetes muy altos y los entrepisos demasiado cerca del techo. Prefiere muebles con ángulos redondeados. Separar o delimitar los espacios de actividad. Evite los juguetes electrónicos en el dormitorio por la noche. Favorece los tonos suaves y tranquilos y usa colores brillantes en los toques.
5 - Un dormitorio alegre
Para ser alegre, un dormitorio debe ser colorido. Un dormitorio completamente blanco sin duda será relajante, pero carecerá de encanto para el niño. El azul es un color zen y fresco. El rosa es un clásico que viene en multitud de tonalidades que van muy bien entre sí. El morado tiene virtudes calmantes. El verde puede ser suave o brillante y es adecuado tanto para niñas como para niños. Sea cual sea el color que elija, evite el total look y no use más de tres colores brillantes en la misma habitación.
6 - Cuidado con las salas temáticas
Un tema en toda la habitación puede ser bastante encantador … al principio. A los niños les encanta, pero solo por un tiempo. Un niño crece rápidamente y sus gustos cambian con la misma rapidez. Así que piénselo bien antes. Y si su hijo tiene la edad suficiente, háblele sobre el universo que le gustaría crear. Piense en las pegatinas, que son fáciles de colocar y quitar. Y deje siempre un espacio libre para que el niño exprese su creatividad.
Para saber más : "Arreglar la habitación del bebé es inteligente" Alex Lefief-Delcourt, Editions Leduc.s