La mesita de noche: un nuevo bolso
Junto a nuestra cama, ¡nuestra mesita de noche ocupa un lugar privilegiado! Suele acoger lámparas, despertadores, libros y revistas, por lo que tiene una función imprescindible en nuestro dormitorio. Desde hace mucho tiempo, también ha sido objeto de coquetería: por lo tanto, debe elegirse con cuidado. Esta es la oportunidad de redescubrir su historia y ver en qué se ha convertido hoy. Zoom para comprender mejor este objeto. En el siglo XVII, la costumbre de las mujeres de la clase alta de agasajar en sus dormitorios dio una nueva importancia a la mesita de noche. Por tanto, la elegancia de este objeto era fundamental, al igual que su aspecto funcional. Simbolizaba la riqueza y el gusto de sus dueños, y fue desarrollado por los más grandes ebanistas. Hasta el siglo XIX, las parejas nobles se alojaban en habitaciones separadas. Esto permitió que las mujeres tuvieran más tiempo para leer, de ahí la importancia de la mesita de noche. Asimismo, estas mesas debían ser lo suficientemente amplias para poder contener libros, vasos y una lámpara. Estas tablas siempre han sido más sofisticadas para mujeres que para hombres. Los patrones y colores eran más elaborados y la mesita de noche tenía un lado realmente íntimo. Hoy, ella todavía mantiene ese aspecto. Sin embargo, su diseño ha cambiado. Pasando de la madera al plástico, sus líneas se han redondeado y tomado colores. Generalmente en diseño en blanco y negro, las lámparas de noche se pueden vestir de colores, en armonía con los de la habitación. También se han vuelto más prácticos. Los cajones y compartimentos permiten así un almacenamiento optimizado. Tómate tu tiempo para elegir tu mesita de noche ideal, y adáptala bien a tus necesidades y a tus gustos.