El marco, la base de su techo, es fundamental para determinar la solidez del conjunto. Tiene a su disposición dos sistemas de marcos, caserío o tradicional, con calidades específicas.
El marco de la casa de campo: sólido, económico pero no habitable
El marco de celosía es una solución menos costosa que el marco tradicional. En madera o derivados de la madera, este tipo de sistema implica planchas muy juntas solidificadas por conectores metálicos. Este pequeño espacio hace que la parte inferior del techo no sea apta para la conversión. Además, las vigas no pueden ir acompañadas de superficies planas sobre las que caminar o guardar cosas. Solo un techo de yeso es posible para revestir el marco. El truss es muy resistente y permite un aislamiento sencillo y económico.
El marco tradicional: techos habitables pero a un precio elevado
El marco tradicional permite, a diferencia de la masía, instalar un ático bajo el techo. Esta ganancia de superficie ofrece, por tanto, la posibilidad de ahorrar espacio habitable. Esta consideración habrá que ponerla en paralelo con el mayor precio de este tipo de marco generalmente en madera maciza (más de 150 euros el metro cuadrado). El aislamiento también es más complicado de instalar y más caro. El montaje de los elementos estructurales se puede realizar mediante molduras y varillas metálicas o mediante perfiles complementarios.