Con el tiempo, una puerta vieja, ya sea dentro o fuera de su casa, sufre daños. Pintura descascarada, agrietada, no es demasiado tarde para realizar reformas y devolverle todo su encanto.
Controles de puertas viejas
Al igual que con un piso, comience por notar el daño a su puerta vieja, para determinar el trabajo que tendrá que hacer. Si su puerta tiene masilla de vidriero, raspe las partes sueltas con la punta de un cuchillo. Luego verifique el cierre de su puerta, tanto a nivel de las capas de pintura en el rebaje del marco de la puerta como del travesaño inferior. Si toca el suelo, no dude en planificarlo.
Correcciones de la puerta vieja
En las áreas donde la pintura se está desconchando, use una lijadora y use un abrasivo medio primero y luego un abrasivo de acabado para lograr una superficie completamente lisa. Al mismo tiempo, puede quitar las virutas de pintura con un cincel para madera o tratarlas con masilla de dos componentes que aplicará con un cuchillo de pintor. Si nota que su puerta está deformada, use soportes planos; estos permitirán enderezarlo. Una vez realizado este trabajo, desempolva la puerta vieja con la aspiradora y luego pasa un paño húmedo sobre ella. A continuación, puede volver a pintar toda la puerta. Para los acabados, también puedes optar por barnices incoloros, como cera. Para aplicarlos hay que tener mucho cuidado de respetar la dirección de la veta de la madera.