El psílido

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Anonim

¡Conoce todo sobre este insecto!

Los psílidos son insectos "picadores y chupadores" del orden Hemiptera que se asemejan a cigarras muy pequeñas. Su nombre significa "chip" en griego, lo que indica su capacidad para saltar gracias a las patas traseras reforzadas. Hay varios géneros y muchas especies de psílidos, cada uno de los cuales generalmente tiene un huésped específico. La mayoría de las veces, el daño inherente a la presencia del insecto es relativamente leve. Por otro lado, si hay una gran cantidad de psílidos o si son vectores de enfermedades, entonces son plagas de las que protegerse.

Descripción del daño del psílido

La acción de los psílidos sobre las plantas se manifiesta por la deformación de los brotes y hojas jóvenes. Estos pueden grabarse en relieve, rizarse y eventualmente caerse, secarse por completo. En algunas plantas, como el laurel o el fresno, las hojas se enrollan sobre sí mismas y forman agallas de colores, generalmente de color rojo. Otro signo significativo es la presencia de melaza, una sustancia pegajosa, que cubre parcialmente las hojas. A menudo notamos, en un segundo paso, depósitos negros en las hojas y frutos (aparición de fumagina). Finalmente, algunas especies desarrollan secreciones cerosas blancas (apariencia algodonosa) como el psílido de la zarza o el psílido del boj.

Descubrimiento y biología del psílido.

Una mirada más cercana a la superficie de la hoja revela la presencia de huevos, larvas e insectos pequeños (menos de 6 mm). Son psílidos, "primos" de pulgones, cochinillas, chicharritas y cigarras. Sus caracteres comunes son los dos pares de alas membranosas, que forman un techo en reposo. Las partes de su aparato bucal están alojadas en una tribuna, lo que les permite pinchar y absorber, por succión, la savia de las plantas. Como ejemplo, hablaremos principalmente del ciclo biológico del psílido de la pera, Psylla piri, uno de los más dañinos de nuestras latitudes, en particular por su muy importante poder de multiplicación. El psílido de la pera, un pequeño insecto verde claro de 3 a 4 milímetros, pasa el invierno como adulto. Muy temprano en la primavera, las hembras depositan huevos amarillos alargados (hasta 800 huevos) en las hojas, dando lugar a larvas aplanadas de 1 a 2 mm, agrupadas en colonias. Las larvas desarrollan cinco estadios larvarios sucesivos, antes de la pupación final. ¡Hay hasta ocho generaciones al año! Imagina la cantidad de individuos … Al chupar la savia, todas estas larvas impiden el correcto desarrollo de los cogollos. Muy rápidamente, la vegetación se debilita, los brotes jóvenes se atrofian, el cuajado de flores y frutos se ve comprometido. En cuanto a la melaza excretada por estas larvas, además del lado antiestético del follaje pegajoso y pegajoso, favorecerá el crecimiento de esporas de fumagina, transportadas por el viento o por los insectos, que encuentran allí un sustrato ideal. No hay que olvidar que otros psílidos en ocasiones son vectores de microorganismos capaces de provocar enfermedades graves, que pueden ser fatales para la planta (ictericia o enverdecimiento, por ejemplo).

Plantas afectadas por psílidos

Las especies de psílidos son muy numerosas. Casi todos tienen su propia planta, ortigas, zanahorias, juncos, boj o incluso zarzas. También se encuentran en árboles muy diversos (mimosa, eucalipto, laurel, aliso, fresno y árbol de Judea, por ejemplo), y más aún en árboles frutales (peral, manzano, higuera y psílido del olivo, cítricos).

Métodos de prevención y control

En primer lugar, sabemos que es necesario evitar enmiendas demasiado ricas en nitrógeno en los cultivos de árboles frutales, que favorecerían la aparición de poblaciones de psílidos. La otra medida profiláctica a recordar, de carácter de control biológico, consiste en favorecer a los enemigos naturales de los psílidos, como los chinches depredadores, los hoverflies (dípteros), las mariquitas, o incluso introducirlos en los cultivos. Trabajar nuevamente durante el invierno para reducir la persistencia de insectos adultos, cepillando la corteza y grietas del tronco y ramitas con jabón negro o aceites. El invierno puede ser la estación adecuada para la acción química (insecticida sintético) contra estos insectos residuales si son demasiado numerosos, y esto, debe recordarse, solo en invierno, para proteger especies depredadoras útiles. Recuerda también que en caso de presencia de insectos durante la vegetación, el primer reflejo debe ser desalojar los parásitos con un potente chorro de agua y / o cortar las hojas y las ramas colonizadas y destruirlas con fuego. Si los ataques son masivos, también se puede utilizar un insecticida como piretro o rotenona, si es posible antes de la floración. Como vemos, la lucha contra los psílidos deberá combinar métodos preventivos, dirigidos a prevenir la aparición de insectos, y métodos de control directo, si es necesario. Por C. Schutz Croué

Enciclopedia de plagas y enfermedades en el jardín.

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